| ASPASICA
LITIGIO
POR LA CABECERA MUNICIPAL (Expediente: Tribunal de lo Contencioso Administrativo
de Cúcuta) Investigación: Guido Pérez Arévalo |
|
Con
los municipios que integraron las antiguas provincias de Ocaña, Cúcuta
y Pamplona, la Ley 25 de 1910 creó el Departamento Norte de Santander.
A partir de esta ley, el antiguo distrito parroquial de Aspasica obtuvo la categoría
de municipio y conservó, en consecuencia, la sede administrativa. Sin embargo,
diversas circunstancias, entre ellas, el desarrollo agrícola, las vías
de comunicación, la proximidad a la capital de provincia y el liderazgo
de algunos habitantes, estimularon el traslado de la administración al
corregimiento de La Playa de Belén, creado por el Acuerdo No. 3 del 15
de septiembre de 1913 en el Concejo de Aspasica. La
aspiración de los playeros avanzó, inicialmente, con la aprobación
de la Ordenanza número 65 de 1926, por la cual se trasladó la cabecera
al corregimiento de La Playa de Belén. Pero la decisión de la Asamblea
Departamental fue sometida a un largo debate jurídico, en el cual los aspasiqueros
fueron representados por los abogados Gregorio Vega Rangel y Víctor Manuel
Pérez, y los playeros por el doctor Manuel José Vargas. El
doctor Víctor Manuel Pérez, en su condición de apoderado
de los habitantes de Aspasica, demandó la Ordenanza 65 ante el Tribunal
de lo Contencioso Administrativo y obtuvo sentencia de nulidad el 20 de agosto
de 1926. Los playeros apelaron ante Consejo de Estado, pero la decisión
del Tribunal fue ratificada en junio de 1927. Los
playeros insistieron en 1929. El párroco, Ángel Cortés, el
obispo de la diócesis de Santa Marta, los habitantes de La Palma, La Cruz
y Ocaña, se unieron para sacar adelante una nueva ordenanza. Mensajes
de los concejales, un memorial con 500 firmas, recomendaciones para los diputados
y, en fin, toda clase de argumentos fueron expuestos para lograr el propósito
de trasladar la sede municipal. Se aprobó, entonces, la Ordenanza No. 75
de 1929. Los aspasiqueros apelaron nuevamente ante el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo. Los playeros se aferraron a sus aspiraciones y confirieron, a
través del telégrafo, el siguiente poder: «Nosotros,
Francisco A. Suárez, Ismael Arévalo, Trinidad Durán, y Carlos
Daniel Luna, vecinos de Aspasica, residentes cabecera municipal, apoderamos a
Manuel José Vargas, mayor, vecino de Cúcuta para que se oponga demanda
intentada sobre Ordenanza 75 corriente año, dispuso traslación cabecera
municipio para población Playa. Facultámoslo interponer toda clase
recursos. La Playa, junio 13 de mil novecientos veintinueve.» Intento
infructuoso. La Ordenanza No. 75 de 1929 fue derrotada en los tribunales. El presbítero
Ángel Cortés, volvió a la batalla, acompañado por
importantes dirigentes de la región. En una carta enviada a Manuel José
Vargas (Temas de historia, Guido Pérez Arévalo, pag. 148) puede
apreciarse su vehemencia: «Deseamos saber Doctor,
cuánto nos lleva por sus gestiones, lo que tendremos mucho gusto en remitirle
enseguida. Como tengo teléfono en mi casa, tendré mucho gusto en
oír su palabra cuando se ofrezca comunicarnos algo y también en
reconocerle lo que gaste en esta operación. Hoy escribimos a dos amigos
de Ocaña, para que se empeñen en que algunos miembros del Concejo,
protesten contra la afirmación espúrea de que Asoasica es pueblo
hábil y competente.» Finalmente,
con el respaldo generalizado de los dirigentes de Norte de Santander, la Asamblea
Departamental estudió y aprobó en forma definitiva la Ordenanza
No. 3 del 20 de marzo de 1930. El
cambio posterior del nombre se debió a la presencia de don Carlos Daniel
Luna Manzano en la Asamblea Departamental. En efecto, el joven diputado obtuvo
la aprobación del artículo séptimo de la Ordenanza No. 16,
del 14 de abril de 1934, que dice: «El Municipio
de Aspasica se denominará en lo sucesivo La
Playa de Belén». Los
aspasiqueros recibieron un duro golpe con las decisiones tomadas por la Asamblea
de Norte de Santander; pero el tiempo se encargó de borrar los rencores
y de sustituir por la solidaridad, el afecto y la integración las causas
que originaron aquel conflicto, cuya aparición en estas páginas
solo obedece a la fidelidad histórica. Aspasica
es la cuna de esclarecidos dirigentes y brillantes profesionales, que se han distinguido
en el servicio a la entidad local, a la provincia de Ocaña y al departamento
Norte de Santander. |