LITIGIO POR LA CABECERA MUNICIPAL
 
Hemos dicho que la Ley 25 de 1910 creó el Departamento Norte de Santander. Pues bien, a partir de esta ley, Aspasica obtuvo su categoría de municipio y conservó en su condición de cabecera la sede administrativa. Sin embargo, diversas circunstancias, entre las que pueden contarse el desarrollo agrícola, las vías de comunicación, el liderazgo asumido por algunos de los habitantes del corregimiento y la proximidad a la capital de provincia, alentaron la posibilidad del traslado de la sede administrativa a La Playa de Belén.

Con este presupuesto se gestó una aspiración que empezó a concretarse con la aprobación de la Ordenanza número 65 de 1926, por la cual se trasladó la cabecera al corregimiento de La Playa de Belén. La decisión de la Asamblea Departamental estuvo sometida a un largo conflicto jurídico, en el cual los aspasiqueros estuvieron representados por los abogados Gregorio Vega Rangel y Víctor Manuel Pérez, y los playeros por el doctor Manuel José Vargas.

El doctor Víctor Manuel Pérez, en su condición de apoderado de los habitantes de Aspasica, demandó la Ordenanza 65 ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y obtuvo sentencia de nulidad el 20 de agosto de 1926. Los playeros apelaron ante Consejo de Estado, pero la decisión del Tribunal fue ratificada en junio de 1927.

Los playeros insistieron en 1929. El párroco Ángel Cortés, el obispo de la diócesis de Santa Marta, los habitantes de La Palma, La Cruz y Ocaña se unieron para sacar adelante una nueva ordenanza. Mensajes de los concejales, un memorial con 500 firmas, recomendaciones para los diputados y, en fin, toda clase de argumentos fueron expuestos para lograr el propósito de trasladar la sede municipal. Se aprobó, entonces, la Ordenanza No. 75 de 1929. Los aspasiqueros apelaron nuevamente ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Los playeros se aferraron a sus aspiraciones y confirieron, a través del telégrafo, el siguiente poder:

"Nosotros, Francisco A. Suárez, Ismael Arévalo, Trinidad Durán, y Carlos Daniel Luna, vecinos de Aspasica, residentes cabecera municipal, apoderamos a Manuel José Vargas, mayor, vecino de Cúcuta para que se oponga demanda intentada sobre Ordenanza 75 corriente año, dispuso traslación cabecera municipio para población Playa. Facultámoslo interponer toda dase recursos. La Playa, junio 13 de mil novecientos veintinueve".

Intento inútil. Pero un nuevo fracaso no desconcertó la persistencia de los playeros. Al contrario, con el respaldo generalizado de los municipios de la provincia de Ocaña, presionaron, sin dar tregua, hasta que la Asamblea Departamental estudió y aprobó en forma definitiva la siguiente Ordenanza:

ORDENANZA. No. 3
marzo 20 de 1930

Por la cual se traslada la cabecera del Municipio de Aspasica y se da una autorización al Gobernador
La Asamblea del Departamento Norte de Santander, en uso de sus facultades,

ORDENA:

Artículo 1o. Trasládase la cabecera del Municipio de Aspasica, del lugar que hoy ocupa, a la población que actualmente forma el Corregimiento de La
Playa de Belén.

Parágrafo. Es entendido que el Municipio continuará llamándose de Aspasica.

Artículo 2o. El traslado ordenado por el artículo anterior se llevará a cabo con fecha primero de abril del año en curso. El Gobernador dictará las medidas necesarias para el caso.

Artículo 3o. Autorízase al Gobernador para abrir el crédito necesario para atender los gastos que demande el cumplimiento de esta Ordenanza.

Artículo 4º. Esta Ordenanza regirá desde su sanción.

Expedida en San José de Cicuta, a diez y ocho de marzo de mil novecientos treinta.

El presidente, Roberto Delgado A. El Secretario, A. Angulo C.

República de Colombia. Departamento Norte de Santander. Gobernación. San José de Cuenta, marzo 20 de 1930. Comuníquese y publíquese El Secretario de Gobierno encargado del Despacho, P. Vega Rangel. El subsecretario de Gobierno, Oscar Pérez F.

El cambio posterior del nombre se debió a la presencia del diputado Carlos Daniel Luna Manzano en la Asamblea. En efecto, el joven dirigente proyectó y consiguió la aprobación de la Ordenanza No. 16, de abril 10 de 1934, por la cual se dio el nombre de La Playa de Belén al municipio.

Los aspasiqueros recibieron un duro golpe con las decisiones tomadas por la Asamblea Departamental; pero el tiempo se encargó de borrar los rencores y de sustituir por la solidaridad, el afecto y la integración las causas que originaron aquel conflicto, cuya aparición en estas páginas solo obedece a la fidelidad histórica.

Aspasica es la cuna de esclarecidos dirigentes y brillantes profesionales, que se han distinguido en el servicio a la entidad local, a la provincia de Ocaña y al departamento Norte de Santander. Una lista de personas sobresalientes sería interminable. Con el temor de cometer alguna injusticia, nos atrevemos a mencionar, solo unos pocos, entre ellos: el doctor Oscar Pallares y los señores Manuel Castilla, Ramón Castilla, Canuto Bayona, Campo Elías Carrascal, Campo Elías Pallares, Nieves Arenas, Francisco Arenas, Pedro Trigos, acaudalado comerciante, y Hernando Carrascal Trigos, destacado dirigente político, muerto en plena juventud, pero recordado con cariño por su permanente preocupación por las necesidades de su terruño y por la importante gestión adelantada como concejal del municipio. El óleo de Simón Bolívar que preside el recinto del Concejo Municipal fue donado por don Hernando.

Entre otros, podemos destacar a los siguientes dirigentes actuales: señores José Manuel Ortiz, presidente del Concejo del municipio, Roberto Navarro, Abelardo Trigos, concejal; Benjamín Trigos, presidente de la Junta de Acción Comunal; Antonio Castilla, Laureano Trigos, Ramón David Castilla, Ana Elisa Carrascal de Trigos, Orlando Trigos, Luz María Bayona, Zoila Castilla, Javier y Jesús Arenas, Carlos Ballesteros y Hernando Pallares.

Don Amulfo Arévalo Claro, nacido en La Playa de Belén, vivió en Aspasica durante muchos años. Allá fijó su residencia y crió a sus hijos. Dejó imborrables huellas en el pueblo aspasiquero. Ocupó los cargos de alcalde, recaudador de impuestos, personero, tesorero municipal, presidente del Concejo. Sirvió a su tierra hasta el 29 de agosto de 1988, día en que segaron injustamente su vida en la ciudad de Ocaña.

(Tomado de la obra "La Playa de Belén")