NORTE
DE SANTANDER BICENTENARIO DE LAS INDEPENDENCIAS (Documento
de Trabajo para la Comisión Interinstitucional para la conmemoración
del Centenario de Norte de Santander y Bicentenario de la Independencia) Por
Luís Eduardo Páez García Presidente de la Academia de
Historia de Ocaña Miembro Correspondiente de la Academia de Historia
de Norte de Santander Presentación Los
antecedentes libertarios en el actual territorio de Norte de Santander, con relación
a la dominación española, hacen parte de los sucesos ocurridos en
1781 durante el alzamiento de los Comuneros, en el cual estuvieron involucrados
varias poblaciones del Gran Santander, entre ellas, El Socorro, Charalá,
Salazar, Pamplona, Arboledas, Silos, Ocaña, Cúcuta, Bucaramanga,
Málaga, San Gil, Concepción, Matanza, Guadalupe, San Andrés,
Girón y Suratá. Como
es de conocimiento, la actividad insurgente en Santafé produjo diversas
manifestaciones que se generaron al interior de los claustros universitarios,
en las tertulias literarias, publicaciones periodísticas y a través
de expresiones de descontento. Entre ellas, la publicación de los Derechos
del Hombre, por Antonio Nariño (1794), que dio como resultado su detención
y destierro junto con un selecto grupo de jóvenes patriotas. Durante este
mismo año, el 19 de agosto, tuvo lugar la denominada "Guerra de los
Pasquines", en la cual los opositores a las medidas autoritarias del gobierno
dejaron constancia de su inconformidad en sueltos pegados en fachadas de las casonas
y en algunas iglesias. La aristocracia criolla, formada en el Colegio Mayor del
Rosario, la Universidad de Santo Tomás y en el Colegio de San Bartolomé,
regentados por jesuitas, bebió en las fuentes del Enciclopedismo y la Revolución
Francesa, con la consecuente toma de posiciones políticas e ideológicas
que contrariaban el orden establecido. No
hay que olvidar, que a esos centros del saber asistieron jóvenes de las
principales ciudades del virreinato, entre ellos personajes oriundos de lo que
hoy son los departamentos de Norte de Santander y Santander. Los registros documentales,
así lo confirman. Entre
otros ilustres criollos que prestaron servicios a la causa de la independencia,
mencionemos los siguientes: COLEGIO
DE SAN BARTOLOMÉ: Vicente Azuero Plata (Oiba),Emigdio Benítez (Socorro),
José María Estévez (Bucaramanga), Pedro Fortoul (Villa del
Rosario), Custodio García Rovira (Bucaramanga), José María
Gutiérrez de Caviedes (Villa del Rosario), Frutos Joaquín Gutiérrez
(Villa del Rosario), Juan Nepomuceno Matey de Piedry (Villa del Rosario), Nicolás
Mauricio Omaña y Rodríguez (Villa del Rosario), Pablo Francisco
Plata (Socorro), Crisanto Valenzuela y Conde (Gámbita). COLEGIO
DE SANTO TOMÁS: Francisco Aquilino Jácome (Ocaña), Ignacio
de Vargas (Charalá). COLEGIO
MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO: Fernando de Caicedo y Flórez
(Suaita), Luis Caicedo y Flórez (Suaita), Joaquín Camacho (Pamplona),
Antonio Cortés de Ron y Rodríguez (Ocaña), Antonio Ignacio
Gallardo (Pamplona), Pedro Gallardo González (Pamplona), Ignacio Tomás
Gallardo y Guerrero (Pamplona), Sinforoso Mutis (Bucaramanga), Andrés María
Rosillo y Meruelo (Barichara), Fernando Serrano y Uribe (Matanza), José
Rafael Valencia y Guevara (Pamplona), Eloy Valenzuela (Girón), Miguel Valenzuela
y Conde (Girón), José Ignacio Valenzuela (Gámbita), Pedro
Fermín de Vargas (Socorro). Don Antonio Nariño, visitó por
primera vez tierras nortesantandereanas después de su azaroso trasegar
por la prisión de Cádiz a donde había sido confinado y de
la cual se fugó, para pasar a Madrid, París, Londres y luego tornar
a la América, entrando por Mérida (Venezuela) y llegando después
a los valles de Cúcuta. De Cúcuta pasó a Pamplona divulgando
su ideario patriótico entre quienes consideraba sus interlocutores. Después,
retornó a Santafé donde esperaba hallar eco a sus propósitos
revolucionarios. SUCESOS
DE 1810 EN NORTE DE SANTANDER La
invasión napoleónica a España en 1808 y el resquebrajamiento
de la monarquía, produjo reacciones de rechazo y oposición armada,
así como la conformación de la Junta de Gobierno independiente.
Este suceso, unido a la inconformidad de los criollos por el tratamiento que se
les venía dando por parte de los funcionarios españoles, la influencia
de la Revolución Francesa y Norteamericana y la conformación de
núcleos autonomistas e independentistas en América, fueron entre
otras, las causas del comienzo de la rebelión contra España. El
proceso de independencia en la América hispana, se inicia en 1809 en la
población de Charcas (Bolivia) el 25 de mayo de 1809. En
el Virreinato de la Nueva Granada, los primeros sucesos revolucionarios ocurren
cronológicamente, así : Pore (2 de febrero de 1810), Cartagena (22
de mayo), Mompox (2 de julio), Cali (3 de julio), Pamplona (4 de julio), El Socorro
(10 de julio), que influirían definitivamente en los hechos ocurridos en
Santafé el 20 de julio de 1810. Para
el caso de Norte de Santander, las noticias sobre el levantamiento de Caracas
el 19 de abril de 1810, y el conocimiento del malestar que se vivía en
Santafé desde finales del siglo XVIII, preparó los ánimos
para los pronunciamientos que se sucedieron durante este año en el territorio
de las actuales provincias de Pamplona, Cúcuta y Ocaña. La insurrección
de los pamploneses contra el Corregidor español don Juan Bastús
y Falla, el 4 de julio de 1810, dio inicio a la formación de las juntas
autonomistas en la región que se consolidarían con la noticia de
la creación en Santafé de la Junta el 20 de julio, a la cual se
plegaron, de una manera u otra, los movimientos insurreccionales de la Nueva Granada.
El
31 de julio de 1810 se suscribió el Acta de independencia de Pamplona y
el 17 de noviembre del mismo año se instaló la Asamblea compuesta
por representantes de las poblaciones de Málaga, Villa del Rosario, Villa
de San José, Matanza, Piedecuesta, Salazar y Pamplona, eligiendo a don
Camilo Torres como Diputado al Congreso Nacional. En
la región de Ocaña, Provincia en ese entonces de Santa Marta, las
noticias sobre los hechos acontecidos en El Socorro y Pamplona fueron conocidas
a través del joven Antonio Quintero Copete, quien estudiaba en Pamplona
a la fecha del levantamiento contra el Corregidor Bastús. Este personaje,
habría de contribuir a la conformación del núcleo antimonarquista
local que ya estaba gestándose gracias al influjo de don Miguel Ibáñez
y Vidal y el padre Alejo María Buceta. En el mes de agosto de 1819, se
instaló la Junta Provincial de Santa Marta, bajo los mismos principios
que las demás de la Nueva Granada. El 20 de octubre de 1810, el Cabildo
de Ocaña se reunió para determinar las instrucciones que don Francisco
Aquilino Jácome debía presentar ante dicha Junta, la cual terminó
siendo "disuelta violentamente" por el Gobernador de la provincia don
Tomás Acosta". La presencia en Ocaña, a finales de 1810, del
teniente capitán de la primera compañía del regimiento Fijo
de Cartagena, don José Víctor de Salcedo, frustró la consolidación
el movimiento ocañero. LA
CAMPAÑA ADMIRABLE En
noviembre de 1812, el coronel Simón Bolívar llega a Cartagena después
de la pérdida militar de Puerto Cabello. El gobierno de esta ciudad, presidido
por don Manuel Rodríguez Torices, acoge al caraqueño y lo pone bajo
las órdenes del francés Pedro Labatut, quien encarga a Bolívar
la defensa del pueblo de Barrancas. Bolívar, dispuesto a liberar a su patria
del yugo español, desobedece las órdenes de Labatut y marcha sobre
los enclaves realistas localizados en la ribera del río Magdalena con cerca
de 200 hombres: ante el embate de las fuerzas patriotas, caen: Tenerife, Mompós,
El Banco, Chiriguaná, Tamalameque y el Puerto Real de Ocaña. En
enero de 1813, hace su entrada a la ciudad de Ocaña donde es recibido por
el sacerdote Alejo María Buceta y don Miguel Ibáñez y Vidal,
quienes allegan recursos necesarios para abastecer las menguadas tropas libertadoras.
En este propósito, se crea la Compañía Libres de Ocaña,
con 110 vecinos de Ocaña y 70 de Río de Oro, con la cual marcha
el futuro Libertador hacia Cúcuta, en poder del español Ramón
Correa. Alarmado
el coronel Manuel Castillo, comandante de las fuerzas patriotas de la región
de Pamplona, por la presencia de Correa, solicita apoyo a Bolívar, quien
le envía auxilios desde Ocaña en febrero de 1813. Dejando al coronel
venezolano José Félix Ribas encargado del mando en Ocaña,
Bolívar regresa a Mompós para solicitar autorización, al
gobierno de Cartagena de proseguir hacia Venezuela. Antes, son fusilados varios
desertores en la plaza principal de Ocaña como escarmiento para el resto
del cuerpo de tropa. Los
nortesantandereanos participaron activamente la Campaña que la historia
ha denominando como "Admirable", efectuada entre la población
de Barrancas (Nueva Granada) y la ciudad de Caracas (Venezuela), entre finales
de 1812 y el 6 de agosto de 1813 cuando las tropas libertadoras al mando de Bolívar,
hacen su entrada triunfal a Caracas. ITINERARIO
DE LA CAMPAÑA POR EL BAJO MAGDALENA: Barrancas
(población que Bolívar debía defender) Calamar Tenerife
(22 diciembre) Guamal Mompóx (26 diciembre) El Banco (28 diciembre) Chiriguaná
(1 de enero 1813) Tamalameque (3 enero) Puerto Real (6 de enero) Ocaña
(9 a 12 enero) Cúcuta (28 de febrero) En
los primeros días del mes de enero de 1813, entre el 9 y el 12, según
las versiones históricas, Bolívar hace su entrada triunfal a Ocaña.
En la "Punta del Llano", el pueblo reunido lo recibe, encabezado por
el sacerdote Alejo María Buceta. Seis hermosas niñas coronan la
frente del militar venezolano, y luego de los actos protocolarios, la comitiva
se dirige hacia el centro de la ciudad. Bolívar se aloja en el inmueble
que hoy ocupa en Club Ocaña y sus tropas en la Plaza Mayor. La
historia nos recuerda los nombres de aquellas gentiles damitas que coronaron al
héroe: Bárbara Vicenta Lemus, María de Jesús Patiño,
Saturnina Patiño, Juana de Dios Lemus, Nicolasa Ibáñez y
Eusebia Sarabia. El
7 de abril de 1813, el Cabildo de Ocaña levantó el Acta de independencia,
cuyo original se extravió, siendo sus pormenores recogidos por el sacerdote
Justiniano Sánchez Lobo en 1884, depuso a los antiguos regidores y nombró
nuevos, hizo pedazos los sellos y escudos de España y reconoció
el gobierno que emanaba de Simón Bolívar. LA
BATALLA DE CÚCUTA, PRELUDIO DE LA TOMA DE VENEZUELA El
16 de febrero DE 1813, Bolívar sale de Ocaña hacia Cúcuta
con tropas y abastecimientos suficientes para proseguir su Campaña Admirable.
Con
base en los documentos oficiales y las reconstrucciones hechas por los historiadores
nortesantandereanos, Bolívar toma inicialmente a San Cayetano y establece
allí su Cuartel General. La batalla de Cúcuta se inició hacia
el occidente de la ciudad, camino para San Cayetano, hacia las 9 de mañana
y al medio día ya había concluido con el triunfo de las armas patriotas. En
el parte oficial, suscrito por el mismo Simón Bolívar el día
del triunfo, y dirigido al Presidente del Congreso Granadino, nos habla de los
pormenores de la acción bélica. La retaguardia fue reforzada por
"ciento y pico de hombres de las tropas de la Unión al mando de los
capitales Uzcátegui y Ramírez, pasamos ayer tarde el río
Zulia y al amanecer de este día, nos pusimos en marcha hacia esta villa
capital de Cúcuta y Cuartel General del enemigo". Señala el
Libertador, que ante el ataque de las fuerzas de Correa, reaccionaron sus oficiales
y la acción culminó con una carga a bayoneta debido al agotamiento
de los pertrechos. En el mismo parte, Bolívar destaca el valor de sus oficiales,
"Coronel Ribas, el Mayor Narváez, el Capitán Vigil, Comandante
de la retaguardia, el Capitán Lino Ramírez, comandante de las tropas
de Pamplona, el comandante de la vanguardia el bizarro ciudadano Pedro Guillín,
el comandante Ribón
" Como bajas de parte de las tropas libertadoras,
Bolívar indica que sólo sufrió dos y catorce heridos, entre
éstos don José Concha, natural de Villa del Rosario. Con relación
a las dos bajas, los archivos parroquiales de San Cayetano, consultados por los
historiadores indican que ellas fueron: Clemente Méndez, oriundo de Bailadores,
y Antonio García. | | Los
patriotas distinguidos en la batalla de Cúcuta, fueron: el Coronel venezolano
José Félix Ribas, jefe de la vanguardia, el Capitán Vigil,
comandante de la retaguardia, el Mayor Juan Salvador Narváez, de Ocaña,
el Capitán Pedro Guillín; el ayudante Ribón; el Capitán
Félix Uzcátegui y el Capitán Lino María Ramírez,
comandante de las fuerzas pamplonesas. Las
tropas de la Unión, compuestas por momposinos, ocañeros, riodorenses,
pamploneses, hijos de Cúcuta y Villa del Rosario y de otras poblaciones
afectas a la causa independentista, continuaron con Bolívar hasta su entrada
triunfal a Caracas y más adelante participarían también en
muchos de los combates que culminaron con la liberación definitiva de Colombia
de la opresión colonial española. LA
RECONQUISTA Ocurrida
la derrota de los patriotas en Venezuela, Bolívar viaja a Tunja para dar
cuenta al Congreso de sus acciones. Los realistas ocupan Ocaña y Bolívar
los desaloja en febrero de 1815. Es
preciso destacar la trayectoria militar de FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, máximo
exponente de los patriotas nortesantanderanos, "organizador de la república"
y artífice de la organización de los ejércitos patriotas
en los Llanos, antes de la batalla final del 7 de agosto de 1819. Desde el avance
de Bolívar hacia el interior de Venezuela, en de mayo 1813, Santander había
sido elevado al rango de sargento mayor en el combate de Angostura de la Grita,
el 11 de abril de 1813, grado que le otorgó el coronel Manuel Castillo.
Queda entonces Santander a cargo de la defensa de los valles de Cúcuta
y parte de la región de Táchira. A comienzos de 1814, y después
de la derrota sufrida contra las tropas de Bartolomé Lizón en el
Llano de Carrillo, reorganiza sus fuerzas y junto con los generales MacGregor,
Custodio García Rovira y Urdaneta, reconquistas el área de Cúcuta.
En 1814, es ya segundo al mando de las tropas de la Unión bajo las órdenes
del coronel MacGregor, encargado de desalojar las tropas españolas de la
región norte. Antes de su llegada a Ocaña, le fue otorgado el grado
de coronel. En mayo de 1815, La Rus se apodera de Mompós y Santander es
encargado de organizar en Ocaña una fuerza de 500 hombres para liberarla.
A comienzos de julio de este año, Francisco de Paula Santander llega a
Ocaña recibiendo allí el nombramiento de Comandante General de las
tropas que operaban en la zona norte. En noviembre, la arremetida realista de
Calzada obliga a Santander a retirarse de Ocaña hacia Bucaramanga y luego
a Girón, en una acción evasiva considerada como genial por los historiadores
militares. Hace parte Santander, de los oficiales vencedores de la batalla del
Hato de Yagual el 10 de octubre de 1816. Entre 1817 y 1818, "interviene a
órdenes de Bolívar, en los combates de Fuerte Brión, Calabozo,
Sombrero, Acurén, Ortíz y Rincón de los Toros". El 12
de agosto de 1818, Simón Bolívar lo asciende a general de Brigada
como recompensa a sus valerosas acciones militares y la efectiva conducción
de las tropas como comandante "de los batallones Piar, Apure y Bajo Caroní". La
insostenible posición de los patriotas en la zona cordillerana, obliga
a Santander a marchar con el francés Manuel Serviez y el resto de sus hombres
hacia los llanos de Casanare. En marzo de 1819, la correspondencia del prócer
nortesantandereano refleja el estado caótico de las fuerzas patriotas,
sin recursos económicos, sin logística, baja la moral de las tropas
y con un acentuado celo y división entre los caudillos regionales que habían
emigrado hacia esa misma región. Superando los escollos, Santander concilia
con los caudillos, reorganiza el ejército e impone la disciplina militar
a ese grupo de hombres agobiados por la derrota y el sufrimiento físico.
Con ellos, una vez organizados, detiene el avance de las tropas de Barreiro que
amenazaban las poblaciones de Casanare y Arauca. Después de un considerable
tiempo de espera, Bolívar llega a Tame el 12 de junio de 1819, con tropas
venezolanas y de la legión británica. Allí encuentra un ejército
organizado, disciplinado y listo para el combate. El 15 de junio de 1819,
comienza en firme la Campaña Libertadora final. La vanguardia de las tropas
bajo la conducción de Santander y la retaguardia a órdenes de José
Antonio Anzoátegui. Después
del heroico paso por el Páramo de Pisba, los patriotas caen sorpresivamente
sobre los enclaves realistas, produciéndose, entre otros, los combates
de Paya (27 de junio), el Pantano de Vargas (25 de junio) y, finalmente, el significativo
enfrentamiento del Puente de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, donde los
soldados de la Corona son derrotados definitivamente. El
20 de septiembre de 1819, Francisco de Paula Santander es nombrado por Bolívar,
investido ya como Presidente de Colombia, como Vicepresidente encargado del poder
ejecutivo de la naciente república. En
los primeros días del mes de abril de 1815, arriba a las costas de Cumaná
la expedición comandada por el teniente general don Pablo Morillo y su
segundo al mando, mariscal Pascual Enrile. De Cumaná, pasa el Pacificador
a Margarita y luego a Puerto Cabello, cayendo sobre Caracas donde reorganizó
el gobierno. Luego, torna a Puerto Cabello y se dirige desde allí hacia
Santa Marta, a donde llega el 12 de julio. Después del doloroso sitio de
Cartagena y la muerte vil de sus mejores hijos, los expedicionarios siguen hacia
el interior tomando el río Magdalena hasta el Puerto Real de Ocaña.
Hacia finales de 1816, el General Pablo Morillo y su segundo, don Pascual Enrile,
entran a la ciudad iniciándose el reinado del terror para los patriotas
y sus familias. Caen bajo las armas pacificadoras, los patriotas Miguel Carabaño,
cuya cabeza es expuesta en la plaza mayor, y los patriotas Hipólito García,
Juan Salvador Chacón el 9 de abril de 1816, y el negro Manuel María,
el 17 del mismo mes. En
1817 les son confiscados sus bienes al padre Alejo María Buceta, quien
es confinado en Santa Marta. En
1818, se organizó la guerrilla realista de Los Colorados, dirigida por
"el comandante Juan Jácome, los capitanes Manuel y Cleto Jácome
y Bernabé Ruedas, el teniente Juan Esteban Toscano, los subtenientes y
sargentos Dionisio Barbosa C., Juan José García, Manuel (alias Chepito),
y otros, que creían lícitos todos los desmanes siempre que llevaran
por móvil la causa del rey..." 22. El
nombre de Colorados, le fue puesto a esta fuerza irregular debido al pantalón
rojo que usaban sus soldados. "resultado de la saña e insólita
crueldad de los Colorados fue el martirio de los decididos y probos patriotas
don Miguel Pacheco, don Juan Pino, don José Mora, don Eugenio Barbosa,
don Juan de Dios Illera, don Gabriel Quintero, don Manuel Ibáñez,
don Bernardo Pacheco y don José Posada". Don Manuel Ibáñez,
hijo del doctor Miguel Ibáñez, quedó herido gravemente y
fue dado por muerto, lo cual le permitió vivir cuarenta años más.
También fue víctima de la sevicia de Los Colorados, doña
Agustina Ferro, ejecutada el 20 de enero de 1820. La
participación activa de los nortesantandereanos en el proceso de independencia,
evidencia el compromiso de la dirigencia criolla con las ideas liberales imperantes
en la época y el deseo de consolidar una república independiente
de la Corona española, desde el mismo momento en que ocurren los sucesos
de la revolución comunera de 1781. La entrega de mujeres y hombres a la
causa de la Libertad americana ha dejado huellas indelebles en la historia nacional,
así como los hechos históricos políticos cuyos escenarios
fueron nuestras villas y ciudades. Como
muestra fehaciente de ello, y con motivo del Bicentenario de las independencias,
debemos exaltar los significativos nombres de nuestros próceres para que
permanezcan en la memoria colectiva de los habitantes de las provincias de Cúcuta,
Pamplona y Ocaña. Ellos son: doña Águeda Gallardo Guerrero
(Pamplona), Mercedes Abrego (Cúcuta), Hevia Juana Petronila Navas de García
(Cúcuta), doña Agustina Ferro (Ocaña), Inés Peñaranda
(Salazar), María de Jesús Santander (Cúcuta), las hermanas
Nicolasa y Bernardina Ibáñez (Ocaña), Frutos Joaquín
Gutiérrez (Villa del Rosario), Joaquín Camacho (Pamplona), José
Gregorio Castellano (Pamplona), José Ramón Villamizar (Cúcuta),
Nicolás Mauricio Omaña y Rodríguez (Villa del Rosario), Francisco
de Paula Santander (Villa del Rosario), Miguel Ibáñez y Vidal (Ocaña),
Alejo María Buceta (Ocaña), José Gabriel Peña (Pamplona),
Francisco Soto Montes de Oca (Cúcuta), Ambrosio Almeida (Pamplona), Vicente
Almeida (Cúcuta), Sancho Antonio Briceño (Cúcuta), José
Vicente González (Pamplona), Martín Cortés (Ocaña),
Juan Bautista Quintana (Ocaña), Antonio Quintero Copete (Ocaña),
Juan Esteban Ramírez (Pamplona), Pedro Alcántara Ibáñez
(Ocaña), José Concha (Villa del Rosario), Pedro Fortoul Sánchez
(Villa del Rosario), Miguel Contreras (Cúcuta), Miguel Pacheco (Ocaña),
Diego Eslava (Salazar), Hipólito García (Ocaña), Sinforoso
Peinado (Salazar), Diego González (Bochalema), Prudencio Casallas (Silos),
Celso Peñaranda (San Cayetano), Clemente Peñaranda (San Cayetano),
Juan Pedreros (Cácota), Juan Esteban Ramírez (Cácota), José
María Araque (Cácota), Manuel Angarita (Arboledas), Francisco Fernández
(Arboledas), José Ignacio Ramos (Arboledas), Juan Bautista Bejar (Cucutilla),
entre otros muchos. En
1821, los diputados de la Gran Colombia se reúnen en Villa del Rosario
y expiden la Constitución Política bajo cuyos lineamientos habrían
de regirse los departamentos de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Luego, en
1828, se convoca en Ocaña un Congreso constituyente para reformar la Carta
anterior, cuyo fracaso, por las posiciones radicales de santanderistas y bolivarianos,
generó la desintegración de la Gran Colombia. La
Constitución de Villa del Rosario, estableció, como ejes ideológicos,
el integracionismo e independentismo grancolombianos, la consagración de
los derechos y libertades ciudadanas, derechos civiles y políticos, gobierno
popular y representativo, la soberanía nacional y los principios básicos
de la seguridad, propiedad privada e igualdad ante la ley. Desde el punto de vista
de la organización republicana, la Carta de Cúcuta consagró
el predominio del Poder Ejecutivo, la figura de la Vicepresidencia, el Consejo
de gobierno, Asambleas Electorales, ordenamiento territorial en Departamentos,
Secretarios de despacho y el Congreso Bicameral. Elementos materiales de esta
Constitución, son los que tienen que ver con el derecho ilimitado de propiedad.
Libertad de actividades económicas, derecho al sufragio restringido, entre
otros. Socialmente, la Constitución incluyó la educación
pública, eliminó los títulos nobiliarios y proscribió
la fundación de mayorazgos. Estos
aspectos, dentro de los cuales se produjeron debates sobre el modelo de Estado,
facultades presidenciales, librecambio y proteccionismo, prevalencia de la religión
católica, etc., serían los mismos que generarían las agrias
disputas en la Convención de Ocaña. Epicentro
de la causa libertaria en el oriente colombiano y del republicanismo, Norte de
Santander tiene el orgullo de haber aportado valiosos elementos materiales e intelectuales,
al proceso de consolidación de la independencia y de la democracia colombiana
desde cada rincón de su geografía. En el marco de la conmemoración
del Bicentenario de las Independencias, los nortesantandereanos nos unimos con
orgullo a la efeméride patria. BIBLIOGRAFÍA
GENERAL CABALLERO,
José María. Diario, Particularidades de Santafé. Publicaciones
de la Academia Colombiana de Historia, Alcaldía Mayor de Bogotá,
Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Bogotá, 1989 FEBRES CORDERO,
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Leonardo. La cuna de Santander. Publicaciones de la UFPS. Cúcuta, 1999
PÁEZ, Justiniano J. Noticias históricas de la ciudad y provincia
de Ocaña. Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 9. 1972 PÁEZ
COURVEL, Luis Eduardo. Precursores, mártires y próceres santandereanos
en la Independencia de Colombia. Antares, Bogotá, 1950 PÁEZ GARCÍA,
Luis Eduardo. Historia de la región de Ocaña. Jaguar Group Editores,
Bogotá, 2009 REVISTA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE NORTE DE
SANTANDER, Nos. 9 y 10. Cúcuta, diciembre 17 de 1930 REVISTA GACETA,
Academia de Historia de Norte de Santander REVISTA HACARITAMA, Academia de
Historia de Ocaña
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