| Agradecimientos: -
A Cayán, por permitirme todos los datos, sin los cuales no se hubiera podido
hacer el presente trabajo. -
Al Padre Campo Elías Claro, por haberme facilitado la fotografía. -
A Sixto Ovallos Ascanio, por haberme ayudado a recoger y organizar los datos. -
A Jaime Ordóñez Varela, por haberme elaborado la diagramación. INTRODUCCIÓN Para
muchos Playeros de esta ultima generación, hablar de hechos y cosas que
sucedieron hace más de 40 años, este trabajo puede resultar aburrido
y sin interés; pero para quienes somos conscientes de que el futuro de
un pueblo está directamente relacionado con su historia, resulta de innegable
importancia el reconocimiento de hechos y personajes, que en su momento fueron
protagonistas de acontecimientos que hacen parte del proceso histórico
de La Playa de Belén. Entre
los hechos que se recuerdan en la historia de nuestros terruño" es,
tal vez la creación de la Banda "La Merced", el que despierta
más la nostalgia y el cariño por nuestras cosas; ya sea por las
calidades humanas de las personas que la integraron o por los ratos de alegría
y esparcimiento que representaron para un pueblo, que no contaba con motos, televisores,
betamax y otros productos de la sociedad de consumo, que han modificado las costumbres
y las tradiciones que nos legaron nuestros abuelos. El
propósito del presente trabajo es dar a conocer los hechos que dieron motivo
a la creación de la Banda y las personas que la integraron para despertar
el interés de la juventud Playera por la historia del pueblo, manifieste
sus inquietudes sobre los problemas y necesidades actuales, y para que sea parte
activa en el desarrollo político, social y cultural de nuestro pueblo. | |
Presentar
un trabajo sobre la banda "La Merced" ha implicado una serie de contratiempos,
los cuales afortunadamente se han librado exitosamente. Una de las cosas es que
a pesar de la importancia que tuvo la Banda, no existe ningún libro, folleto,
ni escrito que mencione la manera como se formó, las personas que la integraron
etc. La única base sólida que permitió la elaboración
de este trabajo fue un fotografía de la Banda con todos sus integrantes,
conservada por el padre Fray Campo E. Claro; seguidamente se presentó el
problema de identificar a todos los integrantes; como es lógico, era necesaria
una persona que hubiera vivido en esa época, que conociera a todos "los
que formaban el grupo... y mucho mejor que perteneciera a ella; esa persona luego
de muchas idas y venidas vino a ser Julián Arenas Pérez, el popular
Cayán, a quien después de mucho buscar lo ubicamos en la ciudad
de Cúcuta, en la urbanización "Cúcuta 75". Lo
encontramos en una pequeña casa junto a su esposa y sus tres nietos. Barba
blanca y venerable, cabellos blancos, lacios y rebeldes caen sobre su frente y
hombros, al estilo de los viejos bardos; ciego y con un rostro que refleja la
lucha y las penas de 73 años vividos, pero lleno de una extraordinaria
vitalidad, nos recibe con emoción y con entusiasmo casi infantil. Empieza
a hablar de la fotografía de la Banda Municipal "La Merced".
Recuerda con memoria prodigiosa el año en que fue tomada, la posición
de cada uno de los integrantes, qué tipo de calzado tenían y el
instrumento que cada uno tenía en sus manos. De acuerdo con la
descripción hecha por Cayán, en la fotografía, de izquieda
a derecha, las personas que integran la banda son, en su orden: 1) Benjamín
Claro, ejecutaba el clarinete; 2)Jesús Bayona, flautista de la Banda; 3)
Juan de Dios Claro, tocaba el cornetín corto; 4) Julián Arenas Pérez
(Cayán), quien se destacó en la ejecución del Marcante; 5)
Manuel Guillermo Claro Arenas, quien tenía a cargo el bajo; 6) Carmito
Plata Ovallos, ejecutaba otro bajo; 7) El último del grupo que se encuentra
de pie, Hipólito Jaime, a cargo del tercer Bajo. Dentro del grupo de personas
sentadas, también de izquierda a derecha, nos cuenta Cayán, el primero
es Rozo Jácome, tenía a cargo la ejecución de los platillos,
en segundo lugar se halla Jesús Ovallos Arenas, tenía a cargo el
bombo y por ultimo, Benjamín Franco, quien tocaba la caja. Recuerda
Cayán que en el año de 1942, por iniciativa del señor Francisco
Arévalo, se gestó la idea de crear una Banda Municipal, y es así
como se compra un Marcante y por medio de una conversación telefónica
el señor Arévalo le solicita a Cayán que haga parte de ella.
En ese entonces Cayán vivía en Convención, y ante la solicitud,
se trasladó inmediatamente a La Playa. Es importante anotar que cada uno
tenía su instrumento musical y sólo se compró el marcante
de Cayán; el municipio, ni ninguna otra entidad participaron económicamente
en la formación de la Banda Municipal "La Merced". | | ¡Esas
si eran bandas! | Ese
bajo, lo vendí pesado por cobre, por $3.oo | | | ¡Qué
recuerdos tan lindos! | Cobrábamos
50 centavos por cada pieza ejecutada. |
Una
lágrima furtiva delata la nostalgia y la tristeza cuando nos relata con
voz vacilante por la emoción, las retretas, las misas de aguinaldo y las
fiestas de la época; nos cuenta como el municipio les pagaba el valor de
$ 5.00 por cada retreta, que tocaban en el atrio de la iglesia lo que sumaba $
30 o 40 pesos mensuales; además de las retretas se encargaban de amenizar
la novena navideña y fiestas religiosas. En los bailes, cuenta con picardía,
que cobraban 50 centavos por cada pieza ejecutada, lo que para la época
deja de manifiesto lo cotizada que se encontraba la Banda. Cayán manifiesta
con vanidad que fue el realizador del letrero que se encontraba en el cuero del
bombo, con el nombre de "la Banda y con una lira en el centro; era tal la
calidad del trabajo hecho que cuando el bombo fue vendido a San Calixto el letrero
no pudo ser borrado, por lo cual tuvieron que voltear el cuero. "Las
cosas duran poco", adagio popular, que se cumplió en el caso de la
banda, y es así como en el año de 1944, luego de dos años
de brindar alegría al pueblo, la banda se desintegra; los instrumentos
en su mayoría eran de cada uno de los integrantes. El bombo, los platillos,
y el marcante fueron vendidos a Guillermo Sarmiento de Convención, quien
más tarde lo vendió al municipio de San Calixto. El producto de
la venta se dividió entre los integrantes correspondiéndole a cada
uno la suma de $ 10.00. Cayán, como todo buen músico, siempre fue
la nota de alegría en las parrandas y bailes. Luego de la desintegración
de la banda, le compró el bajo a Carmito Plata por $ 15.00; durante más
de 14 años este bajo fue su acompañante, hasta que en la ciudad
de Cúcuta llevado por la necesidad lo vendió pesado como cobre por
$ 3.00. La boquilla se la vendió al notable músico Pablo Tarazona
por $ 25.00. Al
mirar el reloj, observo que hace tres horas que escuchamos a Cayán, con
gran interés. Contagiados por la emoción, al despedirnos dejamos
un anciano agradecido por haber podido regalarnos sus vivencias, y yo, de regreso
haciéndome la siguiente reflexión: ¡Cara jo! si nosotros le
pusiéramos el empeño y la energía de estos viejos a las cosas
que hacemos, este mundo sería mejor. La
Playa de Belén, 25 de octubre de 1984 |