| El
día 30 de diciembre, de 2009, en horas de la mañana, cuando la mayoría
de los playeros descansaba del trasnocho y la rumba programada en el parque principal,
un hecho pasó desapercibido para muchos, pero para la comunidad católica
representó otro logro en el lucimiento de nuestra iglesia: la instalación
de la tercera lámpara de cristal en la nave central. En
un año de servicios como párroco de La Playa de Belén, el
padre Alvaro Molina ha realizado importantes transformaciones en el aspecto físico
del templo, además del trabajo espiritual adelantado con su Grey. Vale
la pena destacar que la colaboración de los playeros, cada uno en la medida
de sus capacidades, ha sido fundamental para el desarrollo de estas obras. | | La
tercera lámpara queda instalada en la iglesia gracias a la colaboración
de varios paisanos, no trasnochados, y a la audacia de las personas a cargo de
la miniteka. Subirse
a una viga de más de 30 metros de altura, únicamente asegurados
de un frágil lazo, requiere de mucha audacia y sangre fría para
sostener y asegurar la luminaria sin detenerse a considerar los riesgos de la
tarea emprendida y realizada exitosamente. El
señor obispo de Ocaña, Jorge Enrique Lozano Zafra se hizo presente
en la parroquia para acompañar y bendecir la obra fruto del esfuerzo de
los playeros de buena Fe. | |