CARITO:
Cómo
pasa el tiempo. Aún tengo en mi memoria aquel 23 de enero y, en ese momento,
no fue claro imaginarte como toda una PROFESIONAL. No sé si el tiempo ha
pasado muy rápido, lo cierto es que todo ha transcurrido aceleradamente
y desde que tú y Pipe nacieron mi vida ha tenido mayor sentido. Cierro
los ojos y los recuerdos llegan a mi mente, desde tus primeros balbuceos
especialmente los momentos cuando tu tía Cecilia te visitaba todas los
días en las mañanas, y algunas veces te llevaba donde mamá
Chela ya que esta labor la hacía diariamente tu papá. Tu
primer día de clases fue en el Jardín Semillitas, todo fue muy tranquilo,
no hubo traumas, pero quienes estuvieron intranquilos, fueron Compita y doña
Chela quienes iban a verte desde la reja del colegio. Siempre has sido una niña
muy tranquila. Allí, comenzaste a aprender las primeras letras, y también
a participar en eventos públicos que más tarde te consagrarían
como una gran bailarina. No sé si te acuerdas del nombre de tu primera
profesora: Liliana Quintana, quien aún pregunta por ti. Tus
pasos por el Gimnasio Domingo Savio y el Colegio Santa Teresa fueron muy acertados
pues en ellos continuaste tu formación, inclinada hacia el orden y la disciplina
que mucho significaron para que hayas tenido una vida escolar y universitaria
digna y con muchos éxitos. | | |
Siempre estabas en los actos oficiales demostrando tus habilidades de bailarina,
aunque poco apareciste en los actos académicos y tus compañeras
más cercanas te motivaban a imitar a tus primas Silvia y Angélica
quienes representaban muy dignamente la academia por sus excelentes resultados.
Eso no fue problema, siempre fuiste una alumna cumplidora de su deber a excepción
del 8ª grado donde varias de tus compañeras se quedaron en el camino.
Recuerdo a Tatiana Ortega, Diana Pacheco, pero muy especialmente a Paola Otero,
Pilu, La Chilis, Erika
Contreras y Ximena García, quien ha estado mas cerca de ti y quien conoce
más que nadie tus secretos. No
puedo olvidar tus clases de Ballet
fueron 10 años sin interrupción
cumpliendo con el horario con mucha responsabilidad y amor por la danza. Margarita
Acevedo fue artífice para que lograras el éxito. Demostraste mucho
profesionalismo en cada presentación
las tengo grabadas en mi mente,
desde la primera que bailaste: una danza rusa, hasta la última en que se
cerraste con broche de oro interpretando el terrón de azúcar
del Ballet Cascanueces. Me sentía orgullosa, tal vez me identificaba contigo
en algo que no pude hacer, pertenecer a un grupo de danza profesional y en cada
presentación estábamos en primera fila todas las personas que te
queremos. Tu papá, mamá Chela, tía Faride, tus tías
y primos. Sé
que has pasado por momentos duros que solo tú conoces y que gracias a Dios
saliste de ellos con mucha altura. Hoy recuerdo cada instante de tu vida, y me
he dado cuenta que han sido más las satisfacciones que los desaciertos
que me has brindado. Me siento feliz, muy feliz de verte toda una profesional,
con una responsabilidad que te ha sido encomendada y sé que si acudes a
Carlos, te orientará y harás con él, el mejor postgrado de
tu vida. Tu
familia de Ocaña siempre ha estado pendiente de ti y de tus éxitos.
Hoy día
doy infinitas gracias a Dios por haberme dado una hija como tú. Sigue
adelante, que yo continuaré siempre a tu lado. Te quiero mucho.
Tu
mamá, Josefina Cúcuta,
marzo 11 de 2004 |