| | | | ELÍAS
ATEHORTÚA CONCHA DATOS
BIOGRÁFICOS Nació en
Ituango (Antioquia), un 10 de julio de 1939; sus padres, Baudilio Atehortúa
y Elena Concha. Ingresa
al Seminario Menor de Misiones Extranjeras de Yarumal en el año
1952, allí adelanta sus estudios de educación secundaria. En
el año 1957 ingresa al Seminario Mayor del Vicariato Apostólico
de San Jorge, en San Benito Abad (Bolívar), con los Misioneros Españoles
de Burgos. Allí adelantó sus estudios de Filosofía. Termina
sus estudios de Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá
en el año 1961. |
|
| ORDENACIÓN
SACERDOTAL - 19 DE MARZO DE 1964 | | | Recibe
la ordenación sacerdotal de manos del Excelentísimo Sr. Eloy Tato
Losada, Vicario
Apostólico de San Jorge, el 19 de marzo de 1964, en San Benito Abad
(Bolívar) |
|
| Desde
el año 1965 hasta 1971, fue párroco y vicario cooperador en Simití
(Bolívar), Buenavista y Puerto Libertador (Córdoba) y Bello (Antioquia).
En el año 1970 regresa al sur de Bolívar como párroco de
Magangué y, posteriormente, Monpox. En su trasegar por estas regiones combina
la actividad misionera con la educativa, vinculándose como profesor en
algunos de los Colegios de la región. En
el año 1972 adelanta estudios de Especialización en Pastoral
Juvenil, en el Instituto Latinoamericano de Pastoral (IPLAJ) Javeriana-Celam. | | PÁRROCO
DE ASPASICA 1972 | | Del
Sur de Bolivar pasa a la Diócesis de Ocaña con Monseñor
Ignacio Gómez Aristizabal, como Párroco de Aspasica. Alternó
este cargo con el de profesor y capellán del Colegio
Nacional José Eusebio Caro. |
| | Vereda
Altoviejo, año 1973. Aspasica. | | PÁRROCO
DE LA PLAYA DE BELÉN Y RECTOR DEL COLEGIO FRAY JOSÉ MARÍA
ARÉVALO 1975 - 1981 | | Registro
fotográfico de la labor pastoral juvenil, familiar y social, adelantada
por el padre Elías en La Playa de Belén; durante sus siete años
de permanencia seguramente hay muchos documentos, algunos ya publicados en en
la sección "RECUERDOS COLFRAYJOMA". Por ello, en este reconocimiento
con motivo de sus bodas de oro sacerdotales, presentamos fotografías de
algunos jóvenes y niños playeros que formaron parte de su grupo
de acólitos, de la tropa de scouts y de estudiantes de la generación
setentera del Colegio Fray José María Arévalo, que seguramente
al ver estas imágenes recordarán muchas de las lecciones aprendidas
y de las huellas del sacerdote, del maestro y del amigo. | | | Jesús
Aníbal Pérez Sánchez | Ángel
Tarazona "Pancho" | | | Asdrúbal
Páez Ovallos | Juan
Carlos Pérez Franco | | | Vicente
Páez Ovallos | Alejandro
Claro Sánchez | | | Álvaro
García Celis | Henry
Pérez Sánchez | | | Luís
José Claro Ropero | Ricardo
Pérez Franco | | | Ramón
Ovallos Sepúlveda | William
Claro | | | Jesús
Arévalo Claro | Víctor
Julio Claro Lozano | | | William
Arévalo | Jairo
García |
| | Alvaro
Antonio Claro Claro Presidente
Centro de Historia de La Playa de Belén | | ELÍAS A
mediados de la década del setenta, el mundo apenas se reponía de
la euforia que representaba la llegada del primer hombre a la luna, el mito
y la leyenda de Ernesto Che Guevara se consolidaba por el mundo, la guerra fría
entre Rusia y los EEUU atravesaba por los años más complicados,
la mayor revuelta estudiantil en Francia (mayo del 68) se recordaba y se
comentaba, el hippismo y su propuesta del amor libre influenciaba el comportamiento
de la juventud del momento; se escuchaba con entusiasmo a Ana y Jaime, ALi Primera,
los guaraguao y otras agrupaciones con música de denuncia social. Fue
la época en que nos tocó abordar nuestra adolescencia y a pesar
de nuestro origen pueblerino, ya los medios de comunicación (Prensa, radio
y televisión) hacían su trabajo e influían fuertemente
en nuestra conducta.
Eran tiempos de mucha tranquilidad y prosperidad
en nuestra región. Los buses y camiones bajaban de La Vega de San
Antonio, de Hacarì y de Aspasica, abarrotados de una gran variedad de productos
agrícolas para ser comercializados en La Playa de Belén y Ocaña.
La tienda de la casa ha sido por costumbre el sitio de parada en el trayecto para
que los pasajeros descansen y se tomen un refresco que mitigue el cansancio
de la difícil ruta hasta Ocaña. Un pasajero muy particular que casi
siempre viajaba en la parte de atrás del camión de Hernando Trigos
o en la chiva de Tato llamaba la atención. Con su caminar desgarbado, casi
siempre protegido del frio por una ruana y con pinta de universitario recién
salido entraba a la tienda con gesto sonriente pedía un marlborazo y señalaba
el lugar donde se exhibían los cigarrillos de diferentes marcas. Al
cabo de varias entradas del personaje, nos enteramos que era el nuevo cura asignado
para la iglesia de Aspasica, de origen Antioqueño, Padre Elías Atehortua
Concha. | | Conocida
la dignidad del viajero, mi mamá, preocupada por el frio mañanero
de la montaña, tímidamente le ofrecía un tinto luego de la
respectiva compra de su paquete de Marlboro. Así fue tejiéndose
un lazo de amistad con la familia que se consolidó cuando fue designado
cura párroco de la Playa de Belén por el año 1975.
Los
muchachos de esta generación, rompíamos con rígidos esquemas
sociales; pelo largo, barba desarreglada, pantalones de terlenka bota ancha y
manillas de cuero en las muñecas; sentíamos con desesperanza
que desperdiciábamos el tiempo y las energías en cosas inútiles.
Elías llegó con un discurso nuevo, diferente; se dirigía
a nosotros con un dialogo sencillo, abierto, franco y con la informalidad del
buen amigo; nos hablaba con nuestras mismas palabras de lo que queríamos
y necesitábamos oír. Escuchaba nuestros problemas, nos animaba continuamente
a luchar y a buscar mejores caminos - no te estoraquices nos reiteraba incansablemente,
eso no te conviene insistía de nuevo-.
Los muchachos y muchachas de esa generación recordamos hoy con cariño
y agradecimiento sus orientaciones, su huella se siente en el curso que
luego tomaron nuestras vidas. La obra evangélica de Elías se desarrolló
en gran parte en el sur del Cesar y en la provincia de Ocaña, aprovechó
las bondades de la radio para difundir su mensaje evangelizador; justamente en
1985 publicó un pequeño libro, grande en contenido, en el que compila
su mensaje dedicado a la juventud.
Como anécdota final, recuerdo que Elías se encontraba en Roma en
1989, año en que decido mi matrimonio, le mandé una notica comentándole
noticia y se ha tomado el trabajo de hacerme el curso prematrimonial por correspondencia
con bellas postales de Italia que conservo con mucho aprecio.
En este mes, Elías celebra sus bodas de oro sacerdotales y le hacemos llegar
nuestro fraterno saludo, nuestra expresión de cariño y los mejores
deseos por que Dios le conceda muchas bendiciones para continuar con su obra. |
| |
|
MI
RECUERDO DE ELÍAS Jesús
Alonso Velásquez Claro ("nano") Girón, 8 de marzo
de 2014 Muchas
aguas han corrido bajo el puente de los recuerdos, desde aquel día
en que, ataviado con un jean de color amarillo, unos zapatos "Croydon"
blancos y una camiseta con una imagen estampada de Jesucristo, en la que se leía:
"JESÚS VIVE" llegó a nuestro pueblo, el Presbítero
ELÍAS ATEHORTÚA CONCHA, hoy Monseñor. Yo, que hasta entonces,
me creía un espécimen fuera de contexto, en una comunidad llena
de dogmatismos religiosos y prejuicios, encontré en ese hombre desgarbado,
alto y descomplicado, una oportunidad para confiar y desahogar ese torrente incontenible
de ideas, proyectos y sueños que amenazaban con desbordarse, sin una mano
amiga que les guiase. Fue
así como a través de su direccionamiento, en primer lugar como pastor
de nuestro rebaño y en segunda instancia como Rector de nuestro colegio,
llegamos a consolidar una relación de amistad, matizada con sus sabias
enseñanzas, además de esa visión amplia y profunda de un
mundo que para nosotros, impúberes estudiantes de provincia, aún
era ancho y ajeno. Del
paso de Monseñor Atehortúa Concha, por la historia de La Playa de
Belén, es mucho lo que hay por contar, pero yo dedicaré estas humildes
líneas a describir algunos de los hechos que calaron profundamente en mi
alma de playero raizal, ya fuera porque tuviesen nexos directos con mi vida personal
o ya porque tocasen a la comunidad en general gracias a una enseñanza implícita
o directa de su actuar. Para una sociedad que como decía al comienzo, estaba
acostumbrada a ver y a practicar su religión con el más riguroso
y estricto lineamiento de los viejos párrocos de pueblo, no fue fácil
aceptar y asumir el rol que traía el nuevo guía espiritual. Sus
largas homilías cargadas de un discurso más social y humano, unidas
a esa incomparable cualidad para dibujar y presentarnos a un Jesús más
moderno, más del pueblo, poblando las naves del templo con carteleras pletóricas
de frases frescas relacionadas con la búsqueda de la verdad, nos mostraron
otra dimensión de aquel Dios menos castigador y más asequible del
cual, las juventudes de entonces, teníamos poco conocimiento. Lentamente
y con una paciencia a prueba de todo, el joven sacerdote fue ganando adeptos para
sus nuevas formas de mostrar el evangelio, como en aquella Semana Santa en que
decidió escenificar la Pasión de Cristo, a través de actores
naturales de nuestra comunidad y cambió a los tradicionales guardas romanos,
por soldados y policías para que la vivencia estuviese más acorde
con la época vivida y pudiésemos entender con más claridad
el mensaje que se quería transmitir. Así mismo, el tradicional Via
Crucis, fue convertido por él, en una procesión de gran recogimiento,
gracias a que los actuantes en cada una de las 14 estaciones, ponían todo
su empeño por desempeñar a cabalidad y con el dramatismo necesario,
todas las situaciones por las que Jesús había pasado camino al calvario,
pero adaptadas con lujo de detalles, a los sufrimientos de un pueblo que comenzó
a creer y a esperar más, gracias a esta nueva pedagogía religiosa. La
música, que siempre fue desde que yo era un niño, complemento indispensable
de mi andar por el mundo, se convirtió en acertada ligazón, dentro
de la robusta amistad que me unió a Monseñor Atehortúa por
aquellas calendas. Aparte de mi colaboración musical en las famosas corales
que decidió proseguir, para dar continuidad a la labor que había
venido desempeñando César Julio Contreras, con los alumnos "Josemaristas",
era casi de obligatorio cumplimiento, el encuentro dominical después de
la misa de 10, para departir al son de nuestras guitarras y un afinado dueto que
sin ponernos de acuerdo, nació al conjuro de los bambucos y pasillos que
le recordaban con nostalgiosa frecuencia, su Antioquia del alma y que repetimos
con fervoroso entusiasmo, hasta que mis pasos presurosos en búsqueda
de nuevos caminos, me alejaron del amor de mi pueblo y de amigos como Elías. Una
situación ocurrida en el año de 1974 y que pasó de ser una
anécdota estudiantil, a convertirse en uno de los recuerdos que más
lúcido conservo en mi mente y mi corazón, tiene que ver con una
convocatoria que se hizo entonces para la creación de los símbolos
del Colegio: Himno, escudo y bandera. Para los proyectos del escudo y la bandera,
se inscribieron varios compañeros. Sin embargo, para lo del himno, apenas
nos apuntamos la señora Doris Claro Ojeda y quien esto escribe. Ante tal
situación, las directivas decidieron declarar desierta esta parte de la
convocatoria. Como nos aprestábamos a disfrutar de las vacaciones de mitad
de año, se me ocurrió ofrecerme ante el señor Rector, para
elaborar la letra del himno, ya que yo solía escribir canciones, poemas
y cuentos que presentaba a consideración del colegio en los famosos Centros
Literarios, que en mal momento se eliminaron de los actuales sistemas educativos,
ya que estos contribuían a descubrir en el estudiantado una infinidad de
talentos que, de otra manera, nunca hubiesen podido ser conocidos y que aportaron
en mucho, a un gran movimiento emergente de figuras que posteriormente, fueron
conocidos como los artistas del momento.
Debido a entretenciones más poderosas que mi amor por la escritura,
como el fútbol, nuestros paseos a "El Sanjuanero" y las salidas
a pescar lauchas y aguagatos en las quebradas que circundaban nuestro pueblo,
se pasó volando el periodo vacacional y no escribí ni una sola letra
del trabajo con el cual me había comprometido ante rectoría. Apenas
ingresamos nuevamente a clases, el Rector me llamó a su oficina para pedir
los resultados de mi ofrecimiento, ante lo cual tuve que responderle negativamente.
Con esa estricticidad que siempre lo caracterizó, se dirigió hacia
mí con su mirada fija e inquisidora y me dijo: "¿Cómo
así que no hizo nada, jovencito. Y luego usted no se comprometió
conmigo. Pues ahora no va a ser un ofrecimiento suyo, sino una exigencia mía:
Tiene 8 días para que me traiga ese himno escrito, bajo el agravante que
si no lo hace, pierde usted las materias coprogramáticas por el resto del
periodo académico". Ante
tal advertencia, salí de su oficina cabizbajo y preocupado, pues sabía
que si perdía aquellas materias complementarias, como: trabajos manuales,
ahorro, bibliotecología y otras tantas, estaría arriesgando mi tercer
año de bachillerato, así que sin pensarlo dos veces, me dediqué
a partir de ese momento, a pensar en cómo armar un canto que transmitiera
no sólo a mi generación, sino a las venideras, ese anhelo vehemente
que invadía nuestros corazones por ver un mundo mejor, en paz, reconciliado
con todos los hermanos y sobre todo educado y liberado. Entonces recordé
que un profesor amigo de la época, había puesto en mis manos un
libro que había revolcado mis más hondos sentimientos de cambio
en todos los sentidos, pero principalmente en el tema de la educación.
| | | El
libro se llamaba "Pedagogía del oprimido", del pedagogo y filósofo
brasilero Paulo Freire, el cual consistía en un estudio sobre la importancia
de la educación en aspectos tan relevantes como la libertad de las personas,
exponiendo que, para que una persona fuese realmente libre, necesitaba de una
educación que le permitiera pensar por sí misma de forma crítica
sobre lo que le rodeaba y tener sus propias ideas sobre ello. Basado en la principal
de sus premisas le puse por título a mi trabajo "EDUCAR ES LIBERAR"
y a los 7 días siguientes regresé nuevamente a la Rectoría
para entregar al religioso, el fruto de largas noches de insomnio, pensando, dañando
cuartillas y estudiando, a tan corta edad, aquel libro que marcaría por
siempre un pensamiento que aún hoy, en el declive de mis años, me
sigue asombrando y enseñando. Al entregar el himno con música incluida
y luego de las pertinentes revisiones ortográficas, semánticas y
de estilo, fue por fin estrenado y declarado oficialmente como símbolo
de nuestro colegio, el 19 de Marzo de 1975, en ese entonces, su fecha conmemorativa
de aniversario. Cabe
aquí anotar también a manera de dato jocoso y de divertida recordación,
que cuando Monseñor Elías llevó a una reunión de padres
de familia la letra del himno para ponerla a consideración de los presentes,
un personaje playero de alta alcurnia que fungía entonces como representante
departamental, se molestó porque en una de las estrofas rezaba: "Siempre
adelante autores del mañana, semilla fértil que parirá la
paz", arguyendo que la palabra "pari" era casi una obscenidad y
quedaba de muy mal gusto incluirla en uno de los símbolos oficiales del
colegio, ante lo cual el Rector tuvo que hacer gala de sus más profundos
conocimientos gramáticos, para convencer al susodicho, que el verbo parir
era uno de los más hermosos y exactos vocablos de la lengua castellana,
para explicar la noción de vida y expresar acertada y claramente lo que
se pensaba en el caso de la referencia. | | A
Monseñor Elías Atehortúa Concha, también debemos en
parte, la diagramación artística y el diseño de un periódico
que empezamos a publicar en la Rectoría de César Julio Contreras,
siendo profesora de Español y Literatura, la Licenciada Roselia Pacheco
Carrascal, el cual llevaba por nombre "IMPACTO" y aparecía como
"Órgano sociocultural del Colegio Fray José María Arévalo",
impreso en tamaño oficio, en mimeógrafo. Alcanzó treinta
ediciones. El Colegio conserva su colección. Fui el autor de su nombre,
de su dirección y en parte de muchos artículos que causaron cierta
"piquiña", pues trataban de abrir los ojos y las mentes de la
gente para que entendieran los desmanes que cometía la clase dirigente
de la época, contra los intereses del pueblo. A
tanto llegaron mis denuncias y pronunciamientos a través de "IMPACTO"
que un alcalde nombrado por la Gobernación de Norte de Santander
para nuestro pueblo por esos años, se valió de un paisano para denunciarme
ante el Juzgado Promiscuo Municipal por injuria y calumnia, ya que un mes antes,
había yo publicado una columna en la que lamentaba el estado de abandono
y deterioro en que se encontraban un veintenar de artículos deportivos,
corroídos por el óxido y el comején en las oficinas de la
Alcaldía Municipal y sin ocupación aparente. El día que me
citaron al Juzgado, acompañado de mi tío Juan Ramón Claro,
por ser aún menor de edad, recuerdo que allí se encontraba el alcalde
en mención quien, ante mi presencia, le indicó al Juez: "Éste
se va a graduar más rápido de delincuente que de bachiller"
y salió apresuradamente, ante la ira silenciosa de mi tío y la risa
sarcástica del funcionario judicial. Al
terminar esta sencilla nota la cual ha nacido desde lo más profundo de
mi corazón, quiero desear para mi viejo amigo, maestro y guía espiritual,
Monseñor Elías, todos los parabienes, toda la salud y la tranquilidad
espiritual a que tiene derecho, gracias a una larga vida repartiendo la semilla
fértil de la palabra, para que ésta renazca potente y vigorosa en
esa grey de la cual hoy, pretendo ser muestra viviente. Con mi abrazo sincero
y jovial, me despido con las palabras más hermosas que he leído
de Santo Tomás de Aquino y que casi siempre dedico a todas las personas
que han dejado profundas huellas en mi alma: "La gloria del maestro es la
vida honesta del discípulo". | | Fotografía
año 2007, en la casa de Manuel Antonio Claro, en una invitación
a Elías con motivo de su traslado a Medellín; en ella: Carlos Adolfo
Claro, Alonso Velásquez con sus hijos, Elías, don Manuel Antonio,
Alvaro Claro Claro, Laura Cristina Claro, Daniela Andrade, María Ximena
Claro, doña Esther con Carlos Manuel en brazos, Andrea Claro, Leonardo
José Claro y Juliana Claro. |
| | EQUIPO
DEL SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL SOCIAL DE OCAÑA 1981-2007 | | Durante
sus más de 25 años al servicio de la Diócesis de Ocaña,
ocupa diferentes cargos de formación pastoral como Párroco de
San Antonio, Capellán Militar del Batallón Santander,
Director de la Emisora Diocesana Radio Catatumbo, actividades siempre acompañadas
de la pastoral juvenil en el Colegio Nacional José Eusebio Caro. | | |
|
| |
Semana Santa en el Batallón
Santander Año
1992 |
| | ROMA.
Capellán de Su Santidad | | En
el año de 1988 viaja a Roma (Italia), para estudios de especialización
en Comunicación Social, en la Universidad Gregoriana, donde permananece
por cerca de dos años. En el Santuario Madonna Divino Amore, en Italia,
celebra sus Bodas de Plata Sacerdotales (1989). En
el año 2004 es promovido por el Sumo Pontífice Juan Pablo
Segundo como Capellán de SS y recibe la investidura en la
catedral de Ocaña N. S.
En un artículo del Diario La Opinión, publicado el 9 de Junio de
2004, con motivo de su nombramiento como Monseñor, el padre Elías
afirma: "Todo lo que uno aprende, las ayudas y los sacrificios son para
servirle a Dios, no para ganar premios. Dios nos da lo que nos merecemos". | | Visita
a su Santidad Juan Pablo Segundo. Roma, diciembre 12 de 1989. | | | | | Tierra
Santa: Fotografia de la derecha, Santa Misa en el Cenáculo de Jerusalén. | |
| La
fotografía de la derecha, tomada el 20 de febrero de 1990 en el Santuario
de Nuestra Señora del Divino Amor, es enviada como postal por el prebitero
Jesús Aníbal Pérez a la familia Atehortua Concha en Medellin,
con la siguiente dedicatoria: Querida Familia, Aqui estamos el parroco y el
sacristán, el profesor y el alumno, el padrino y el ahijado, el amigo y
el amigo, los amigos. El hijo de doña Maria Elena y doña Aura, el
Antioqueño y el Playero. En fin son dos vidas consagradas a Jesucristo,
una fruto de la otra... |
| Acercarnos
al perfil y la vida del sacerdote y el amigo, nos permite identificar que además
del talento para el trabajo educativo y de pastoral, tiene la sensibilidad y la
habilidad artística que le permite plasmar en un lienzo, en un muro, en
una cartelera, en una hoja de papel, obras de arte, pinturas, poemas de su propia
inspiración, hechos a puño y letra. En este espacio una muestra
de ellas. | | | Pintura
mural realizada en la Iglesía de San Antonio de Ocaña N.S. Fotografías:
Said A. Barrancos. Ocaña, 12 de Junio de 1995. | | |
|
| | Monseñor
Elías Atehortua Concha, En el año 2007, obtiene permiso del Sr.
Obispo de Ocaña para trasladarse a la Arquidiócesis de Medellín para
atender asuntos familiares. En donde permanece hasta la fecha, acompañando
al Padre Carlos Alberto Hoyos como colaborador de la Parroquia Espíritu Santo
y en donde el próxímo 19 de marzo celebrará sus Bodas de
Oro Sacedotales. Monseñor Elías nos comparte la invitación
a la Eucarístia de acción de gracias. | | | MENSAJES
PARA ELIAS EN SUS BODAS DE ORO SACERDOTALES | | MONSEÑOR
IGNACIO GÓMEZ ARISTIZABAL
El Padre Elías
Atehortúa Concha se ha caracterizado en su vida sacerdotal por una alegría
constante, inquebrantable, edificante y comunicativa, como fruto de una entrega
al Señor muy decidida y de la presencia constante y viva del Espíritu
Santo en su corazón. Vocación muy sobresaliente y clara. Su vida
ha sido ejemplar en la entrega total y gratuita y de pobreza Franciscana. Se desempeñó
brillantemente en todos los oficios que le fueron encomendados. Agradecemos a
Dios y a la magnífica colaboración prestada por el Padre Elías
en la construcción de la vida sacerdotal. |
| PRESBITERO
JESÚS ANÍBAL PÉREZ Tuve
la gracia y la bendición de encontrar al muy antioqueño, Padre Jesús
Elías Atehortua Concha, no en las orillas del Jordán, sino en las
mismas aguas del río algodonal, mientras el realizaba el paseo convivencia
de San Juan, con los monaguillos de Aspasica, su primera parroquia en nuestra
diócesis de Ocaña. Eso fue, el 24 de junio del año 1973;
en la festividad de San Juan, el bautista, cuando compartimos el siempre sabroso
arequipe, con motivo de la celebración del día, cuando naciera el
hijo de la vieja y estéril Isabel, prima de María Santísima,
y esposa del servidor del templo, Zacarías. Debo
decir que el Padre Elías Atehortúa Concha ha sido para mí,
el Juan Bautista que enderezó mis pasos hacia el ministerio de los presbíteros,
apóstoles y Discípulos Misioneros de JesuKristo, Kamino, Verdad
y Vida. En el ejemplo de su Vida, me ha sido fácil copiar el ejemplo del
Maestro que nos enseña la Verdad, y nos regala la única, posible
y verdadera Pax.
¡Cuánto le admiro y le he admirado siempre!... desde cuándo,
para no incomodar a quienes viajaban con él, en los camiones de Hacarí
y Aspasica, se salía de sus cabinas por las ventanas, para saludar a todos,
con ese modo tan efusivo y fraterno, que sólo un antioqueño como
él, sabe hacerlo. Gracias, infinitas gracias, doy a Dios Padre, por el
Padre Jesús Elías Atehortúa Concha, quien me permitió
ser el acólito guía de su Ministerio Parroquial en nuestra queridísima
Playa de Belén, el improvisado predicador de sus homilías cuando
le faltaba la voz, el jefe de su tropa scout en la tierra de estoraques, el alumno
de sus impactantes lecciones de O. R., orientación religiosa, el ahijado
de su consagración como ministro de la Palabra y el altar, el compañero
y hermano en esa aventura más allá del mar, en el viejo continente,
durante dos inolvidables años, que nos regaló el Señor, a
través de nuestro inolvidable Obispo, Padre y Pastor, Ignacio Gómez
Aristizabal |
| MARIANO
CLARO SEÑORA E HIJOS Muy
apreciado Elías, El
día 19 de Marzo, es muy significativo para los JOSEMARISTAS amantes de
un mundo mejor...!!! Aquellos alumnos que en las primeras promociones del Colegio
Fray José María Arévalo de La Playa de Belén, fuimos
orientados por nuestro inolvidable Rector Padre Elías, tenemos un motivo
más para celebrar y recordar al Padre Elías que celebrar sus "BODAS
DE ORO SACERDOTALES". Que Dios bendiga su sacerdocio e ilumine el camino
de la vida. Elías, infinitas gracias por sus acertados consejos,
por sus clases de religión y ética, por facilitarme liderar la protesta
simple y respetuosa, por ser un amigo entrañable y sincero. Hoy, después
de tantos años, cuando he cumplido el sueño de ser profesional,
desempeñar varios cargos de responsabilidad y conformar un hogar lleno
de amor y felicidad, quiero manifestarle mis sentimientos de gratitud por sus
valiosas enseñanzas y ejemplo de vida. Que Dios le fortalezca
espiritualmente en sus 50 años de vida sacerdotal y le conceda la gracia
de la salud corporal, la paz interior y el bienestar integral. Con inmenso cariño. |
| ELBA
LUZ CLARO CLARO Muy
apreciado Elías,
Quiero unirme en esta fecha tan especial para usted y todos lo que lo queremos
para darle gracias a Dios por ese don tan maravilloso que el Señor Jesús
le regalo, como es la vocación a la vida sacerdotal, hago eco a esta acción
de gracias con el texto bíblico de la primera carta San Pablo a Timoteo
1, 12 “doy gracias a aquel que me ha dado fuerzas, a Cristo
Jesús nuestro señor, porque me ha considerado fiel y me ha
puesto a su servicio”
Elías como olvidar aquellos tiempos tan bonitos donde usted empezó
formar parte de nuestra familia, compartimos momentos de alegría celebrando
la vida y también momentos difíciles, las enseñanzas que
nos dejó en las clases de OR con Elías que a través de los
tiempo nos han servido en nuestro diario vivir, como olvidar aquellas caminatas
por los hermosos paisajes playeros, disfrutando de las cosas sencillas de la vida.
Gracias por permitirme formar parte de ese grupo predilecto de amigos y deseo
que en este momento muchos jóvenes tengan la posibilidad de recibir sus
enseñanzas y testimonio de entrega, alegría, apertura y servicio.
Que Dios lo bendiga y acompañe siempre. |
| JESÚS
AREVALO CLARO Para MONSEÑOR
ELIAS, Felicitaciones... Por
sus 50 años de vida Sacerdotal al servicio de la Iglesia y de su gente.
Y quienes nos preciamos de ser su Amigo y fuimos sus alumnos y discípulos NUESTRA
GRATITUD. Que San Francisco de Asís, su santo preferido y el Dios
de los Cielos le continúen bendiciendo. En
nombre de mis hermanos Alonso y Samuel; Martha y José Manuel un abrazo
afectuoso. |
| LUZ
MARINA CLARO CLARO El
año 1975 inicio para mí con muchas expectativas, se generaba un
cambio importante en mi vida, dejaba la primaria y empezaba el bachillerato
en el Colegio Fray José María Arévalo de la Playa de Belén,
con la ilusión y el sueño de estudiar iniciamos el año
un grupo significativo, más de 30, niños y niñas
Playeros. Ese mismo año llego el nuevo párroco que asumió
las funciones de Rector del Colegio, Elías Atehórtua Concha.
Como ya bien lo han descrito Álvaro y Alonso, Jesús Aníbal,
en sus escritos, su presencia generó la curiosidad habitual en la región,
rompiendo con paradigmas frente a las relaciones, entre ellas las de poder
que muchas veces se establecen con las personas que ostentan algunos de estos
cargos. Elías propicio formas y estrategias de comunicación muy
cercanas a nuestros intereses y necesidades. En
mi familia tuvimos la fortuna de contar con su amistad cercana durante más
de siete años, y gracias a Dios, por más de 30 años
seguimos desde la distancia, los acontecimientos principales de su vida
y la nuestra. Son de ese tipo de relaciones que aunque no te hables todos los
días, sabes que existen uno hilo invisible que te une, y ante una
llamada, una postal, una carta, un encuentro, te refresca los sentimiento
de aprecio, cariño y agradecimiento. Por
esto al recibir la postal de participación de sus Bodas de Oro Sacerdotales,
siento una inmensa alegría por la vida de Elías, por el camino recorrido
y siento la necesidad de hacerle llegar un mensaje de gratitud, poderle decir: Elías,
el esfuerzo, los sacrificios y la entrega a la misión de trabajo con los
niños, niñas, adolescentes y familias Playeras “valió
la pena”, valió la pena en mi vida, como seguramente
lo valió para mis paisanos y amigos, para muchos adolescentes y familias
en otros lugares que tuvieron la oportunidad de contar no solamente con el sacerdote,
sino, con el maestro y el amigo. Se puede dar por bien servido,
mensajes claves de Fe, persistencia frente a los sueños, autoprotección,
toma de decisiones, etc, etc, etc, calaron en mi vida. Hoy pido a Dios lo
bendiga, lo guarde, lo proteja y le de la salud integral para continuar sembrando…
el camino sigue y por él vamos muchos transeúntes que
necesitamos del encuentro personal y espiritual con personas como Usted. “Mamá
Ter” desde el cielo se encuentra de plácemes…Un abrazo, “Nino” PD:
Conociendo Elías de mi gusto por las fotografías y del proyecto
de la Fototeca del Centro de Historia de la Playa de Belén, en dos oportunidades
nos ha enviado “encomienda” con su herencia fotográfica, para
que haga parte de nuestros archivos históricos, algunas de ellas publicadas
en esta página, otras reposan en una caja de recuerdos esperando el momento
indicado para compartirlas. |
|
Ángel Tarazona Elías:
En este acontecimiento tan especial de su
vida quiero dar gracias infinitas a Dios por permitirme compartir con usted un
espacio de tiempo de su evangelizadora vida en la cual cultivó en mí
el amor a Dios y a la Santísima Madre, lo cual marcó el destino
de lo que hoy soy. Gracias por toda la enseñanza dada en mi niñez,
rodeada de un grato e inolvidable aprendizaje en la aventura del escultismo y
en la devoción espiritual por Jesús y María. Muchos
agradecimientos le debe un Pueblo que fué transformado en su momento y
bendecido por Dios con su llegada. Que la gracia de Dios Padre lo bendiga
y que sea Él quien más orgulloso se sienta por tan extraordinaria
labor sacerdotal y evangelizadora. Un fuerte abrazo para mi "JEFE"
de este "SIEMPRE LISTO". Muchas Felicidades, Pancho |
| Guido
Pérez Arévalo | Un
viernes de mayo, o junio de 1980, no recuerdo exactamente la fecha, por iniciativa
de un amigo común, almorzamos en el restaurante Portón Oriental,
de Cúcuta. Las referencias me lo pintaban como "un cura de izquierda,
con un cuadro del Che Guevara colgado en la pared principal de su habitación
en la casa cural, que pretendía retirar del templo algunas imágenes
de la Virgen y de los santos que alimentaban las devociones religiosas de los
feligreses de La Playa de Belén". Referencias,
he dicho, porque tenía mi residencia en Cúcuta. | | |
| Mientras
despachábamos dos pargos rojos, el padre Elías Atehortúa
fue directamente al tema que había motivado nuestro encuentro: la construcción
de la planta física del colegio fray José María Arévalo.
"Algunos alumnos -dijo-, que ya no caben en el patio del colegio, terminan
en el salón de billares del parque y, en poco tiempo, tampoco habrá
capacidad en ese lugar para sus horas de recreo". Yo lo miré sorprendido.
"El futuro de los playeros -continuó- no se encuentra en el cultivo
de la cebolla ni en los estoraques sino en su talento humano
" El discurso
de Elías me llegaba directo, de manera contundente, sin ambages, con argumentos
que volaban como piedras, tiradas con una cauchera manejada con pericia por el
comensal de enfrente.
Mi
interlocutor clamaba por la construcción de la planta física del
colegio en el lote adquirido en el sitio de Los Indios, pero, según sus
palabras, los pocos recursos apropiados por la administración municipal
para tal propósito ni eran suficientes ni estaban disponibles por las quisicosas
de la burocracia local.
En
aquellos días, yo hacía parte de la Junta Directiva del Fondo Educativo
Regional de Norte de Santander y me desempeñaba como director regional
del Icetex. Elías me lo recordó antes de abandonar su frialdad inicial.
Me pareció que enrollaba y guardaba su mágica cauchera para iniciar
una cálida charla que prosperó por la unidad de propósitos.
El
22 de julio de aquel año, el Delegado del Ministerio de Educación,
Jairo Arbeláez Mendoza, el Director Regional del Icce, Mario Said Lamk
Valencia y el Director Regional del Icetex, visitaron el colegio. Se firmó,
entonces, el convenio con el Icce para la construcción de tres aulas en
el sector de "Los Indios". | | El
27 de septiembre, del mismo año, llevamos al lugar la primera piedra, simbólica
de la construcción. El acto se desarrolló con la presencia de alumnos,
padres de familia, autoridades civiles e invitados especiales, entre ellos, el
Delegado del Ministerio de Educación, los directores regionales del Icce
e Icetex, Don Carlos Daniel Luna Manzano, don Emiro Antonio Arévalo Claro,
don Luis Enrique Claro Ovallos, don Jesús Emiro Claro Verlásquez,
don Hernando Trigos, don Jesús Ovallos, don Víctor Claro Torrado,
don Jorge Pérez, don Ramón Antonio Melo, profesor Ciro Ortega V.,
profesor José Navarro Quintana, el párroco, presbítero Elías
Atehortúa Concha, la licenciada María Elena Flórez Araque,
directora del establecimiento y doña Rosa Virginia Velásquez.
Posteriormente,
el padre Elías fue trasladado a la ciudad de Ocaña. Había
cumplido su misión. No lo he visto desde entonces ni me he comunicado con
él; pero oigo mencionar su nombre con frecuencia y sé que en La
Playa de Belén lo recuerdan con gratitud.
Estos
apuntes de carácter histórico tienen el propósito de manifestarle
mi respeto por su formalidad, por su apostolado espiritual, por su admirable condición
humana y, especialmente, por sus 50 años de sacerdocio (19 de marzo de
2014). ¡Qué Dios bendiga sus pasos! | |
|