FILOSOFO DE LA VIDA Y POETA DE LA PROSA
Sr. Àlvaro Antonio Claro
Dr. Gustavo Gòmez Ardila
Poeta Jesùs Alonso Velàsquez Claro
El padre Elberto Sarmiento, párroco de San José de La Playa de Belén da fe de que el diez de diciembre de 1940 bautizó solemnemente un niño, hijo legítimo de Luis Jesús Pérez Amaya y Silvia María Arévalo Claro a quien llamó GUIDO ANTONIO (Libro 12, folio 263 Archivo parroquial) Fue el tercer hijo de una numerosa familia de 15 hermanos a los que se dedicó su madre Silvia hasta el último instante de sus días.
SUS DESCENDIENTES
Foto 1 en la Casa de Santander en Villa de Rosario, donde compartiò con los colegas momentos importantes de la Historia Regional. Foto 2. Los libros una de sus grandes pasiones.
1995. En Chinàcota acompañado del Padre Campo Elìas Claro Carrascal y su hijo Guido Armando Pèrez Fandiño.
2012. Foto 1 con su esposa doña Irma en la Ceremonia Religiosa de celebraciòn del Sesquicentenario de La Playa de Belèn. Foto 2. Palabras a la comunidad playera con motivo de la celebraciòn de los 150 años del municipìo. En esa oportunidad el dr. Guido Pèrez Arèvalo recibiò la condecoraciòn del Ramillòn de Oro, el Reconocimiento del de la Gobernaciòn del Departamento Norte de Santander, de la Academia de Historia del Departamento y del Centro de Historia de La Playa de Belèn.
Foto 1 compartiendo con el Alcalde de La Playa de Belèn en el momento el Sr. Victor Julio Claro Lozano, la artista playera Karen Arèvalo, el dr. Ernesto Collazos de la Academia de Historia de Norte de Santander y el dr. Luis Eduardo Pàez. Foto 2. Alegre conversaciòn de los dos colegas en la casa de don Manuel Antonio Claro y su familia.
7 de agosto 2019. Sesiòn solemne en la Casa Museo del General Santander, el dr. Guido acompañado de los compañeros acadèmicos.
Foto 1. Lo acompañan el Sr. Alvaro Claro Claro, dr. Neira, dr. Juan Manuel Ramirez y el dr. Olger Garcìa. Foto 2.El Sr. Carlos Torres con su hermana, don Àlvaro Claro con su esposa Magola Numa y el dr. Guido con su esposa doña Irma Pèrez Armesto.
El dr. Guido Antonio Pèrez con sus compañeros de la Academia del Departamento Norte de Santander
¡DESOLADO!
Desolado me siento… desolado.
Se ha marchado mi amigo; se apagó en el delirio de un febrero gastado.
Al alba, con sus pasos y sin miedo al olvido, se fue volando Guido a otro mundo lejano.
Me he quedado pensando en la prosa y su ritmo y en el viejo molino que gime atribulado,
II
Las orquídeas brillando, sus colores exhiben; y entre aromas reciben su cuerpo ya cansado.
Una legión de pájaros vienen a despedirse, picoteando el alpiste servido en el pasado.
Lanzan trinos ufanos al pie de los aljibes, las mirlas que describen la partida de su amo
III
Resuena en mi letargo su voz al despedirse y aquel momento triste sin estrechar su mano.
Se fue suave, soñando que en medio de las crisis hay más mundos posibles y vueltas de verano.
La historia se ha quedado a punto de morirse colgada en el eclipse de un duermevela atávico.
IV
Yo que en medio del barro, estoico miro erguirse el dolor de sentirle ausente y solitario,
pido al cielo en su ocaso con su luz recibirle, mientras su alma sensible navega entre los astros.
¡Este verso que canto, que no alcancé a decirle,
es por su vida humilde que lamenta mi llanto!
JESÚS ALONSO VELÁSQUEZ CLARO (“nano”)
Girón, Febrero 8 de 2021
El doctor Guido Antonio Pérez Arévalo siempre fue una presencia en mi familia. Mucho antes de pensar que la vida me llevaría a interesarme por las humanidades, ya en la pequeña biblioteca de mi casa se encontraba la historiografía de La Playa de Belén, en la que el abogado puso tanto amor como dedicación. Allí, entre datos historiográficos que no me decían mayor cosa durante la niñez. Más adelante, con ánimo rebelde e interesado en desenmascarar el regular trabajo que se ha hecho desde las instituciones autoproclamadas académicas, volví a tomar la historiografía de La Playa de Belén, con el ánimo de hallar inconsistencias o puntos de quiebre, tan habituales en este tipo de trabajos de la región. Solo encontré precisión y un trabajo responsable, bien fundamentado, sin recurrir a chismes ni espectacularidades que harían más interesante la historia, quizá, pero mucho más falaz. En adelante solo pude tener respeto para con el trabajo del doctor Guido, de quien se hablaba en mi casa con cariño y respeto. Lo vine a conocer hace relativamente poco, durante una condecoración que mi tío le hizo en La Playa de Belén. Pero el punto de quiebre en nuestra relación estuvo durante el lanzamiento de Mártir. Yo acababa de ganar el Premio Regional de Periodismo —Que lamentablemente no volvió a repetirse— y él estuvo muy emocionado por saberme hijo de mi padre. Con la dote del premio publiqué mi primer libro, y por él fui invitado a la Feria del Libro de Cúcuta. Debo decir que sentí miedo de presentarme a un auditorio vacío, pero esto se disipó cuando lo vi llegar con toda la familia, me escuchó con atención, se sorprendió, me dedicó palabras elogiosas que ahora más que nunca atesoro. Me hizo saber cuánto le alegraba que un Ovallos hubiera tomado el camino de la literatura con responsabilidad, o al menos así lo veía él. Quedaron muchas conversaciones pendientes, quedó pendiente el comentario sobre mi próximo libro. Pero, sobre todo, quedó pendiente realizar el Festival de Poesía de Los Estoraques, idea que ya habíamos conversado y le emocionaba. Ahora, de realizarse, no solo será un homenaje a Los Estoraques y a Eduardo Cote Lamus como lo habíamos comentado, sino que también será un homenaje a su memoria perenne, amigable y bonachona. Con un profundo cariño, envío mis condolencias a sus amigos y familiares, a quienes seguramente, al igual que a mí, acompañará su recuerdo.
Jesùs Daniel Ovallos Clavijo
Desde mi oratorio familiar, en privado, estaré unido espiritualmente, recordando a nuestro eximio representante de la cultura y las letras del departamento región y del país. El Dr. Guido Pérez Arévalo amó de verdad La Playa de Belén y luchó, hombro a hombro conmigo en los inicios de la construcción del Colegio. Por eso es justo que ahora se reconozca su vida y obra de una persona que dejó honda huella las personas que lo conocimos. Bendición y fraterno abrazo.
Mons. Elías Atehortúa Concha.
Fue Guido un hombre que soñó con su Pueblo y sus sueños fueron de paz y progreso, de cultura y educación. Uno de esos sueños se cristalizó cuando junto con distinguidas personas que tuvieron su mismo sentir, llevaron en andas la primera piedra del Colegio Fray José María Arévalo, poniendo así los cimientos de la máxima institución educativa del municipio, para ese entonces. Hoy La Playa de Belén llora la partida de uno de sus más dilectos hijos, se fue el soñador pero no el sueño, ese es su legado para las nuevas generaciones, seguir por el camino que él demarcó. Él, el abogado, historiador, político, escritor, educador, hombre afable y cariñoso, parte dejando su riqueza inmaterial en las mentes y en los corazones de quienes de una u otra manera, fueron tocados por su vida.
Blanca Àlvarez
Son muchas las virtudes por destacar del Dr. Guido Pérez Arévalo. En tantos años de amistad, admiración y respeto, siempre me asombraba su determinación al asumir un reto. Una vez decidido, no había poder humano que se lo hiciera cambiar. En la década de los noventa, cuando el internet iniciaba una de las grandes revoluciones en las comunicaciones, cuando apareció el primer servicio gratuito de correo electrónico (Hotmail-1996), los celulares Smartphone eran apenas ciencia ficción y las redes sociales estaban por inventarse, las páginas web se convirtieron en la mejor manera de divulgar el conocimiento por su rapidez y cobertura.
El Dr. Guido había publicado su primer libro sobre La Playa de Belén, era columnista habitual de periódicos y revistas de la región cuando le mostré con alborozo un artículo de su autoría sobre los Estoraques, publicado en una página web recién creada en la ciudad de Ocaña con una de mis fotografías (Año 1997). Esa noche, fue larga la charla sobre esta tecnología y el abanico de posibilidades que se abrían para divulgar cualquier hecho o información por este medio. Estaba por subirme al carro cuando desde la puerta me dice: Álvaro, podríamos crear una página para La Playa de Belén; se imagina que nosotros podamos escoger los temas a publicar con fotografías de los Estoraques, del pueblo y de sus personajes? Yo lo miré sonriendo –Tiene idea el platal que valen los equipos y lo que cuesta un ingeniero de sistemas para diseñarla y mantenerla? Eso es para las grandes empresas…además, no creo que haya más de veinte playeros que puedan acceder a internet, le respondí mientras ponía en marcha el carro. A los ocho días me llamó para comentar que estaba estudiando HTML (lenguaje utilizado para desarrollar las páginas web).
Necesito que me ayude con unas fotos a ver si me funciona lo que pienso hacer. No he dormido muchos estas noches, creo que ya estoy entendiendo el sistema para subir información a la web, me comenta muy satisfecho con sus avances. En poco tiempo, estudiando por su cuenta y sin mayores recursos técnicos ya tenía una modesta página web de La Playa de Belén; el inconveniente mayor estaba en que el servicio de alojamiento era gratuito, la dirección para ingresar obligaba a mostrar primero al proveedor asignando un nombre de más de dos renglones lo que la hacía inmanejable para compartir; en ese momento tampoco se había popularizado google como motor de búsqueda. Pasados seis meses, los únicos visitantes a la página éramos el Dr. Guido y yo, pero se mantenía sin descanso, en el estudio y en la alimentación del sitio con temas de historia, literatura, economía, política y actualidad regional. En 1999, ya con un software especializado (Dreamweaver) contrata un servicio de alojamiento y aparece el dominio www.laplayadebelen.org (*) con un excelente diseño y extraordinario contenido.
Posteriormente crea la página de Chinàcota y la del Centro de Historia de La Playa de Belén. Páginas que durante veinte años han mostrado al mundo lo mejor de nuestra región y han sido fuente de consulta de profesores, estudiantes, e historiadores. Se convirtió en un experto, nunca suspendió la actualización de sus páginas, su vida era estudiar, investigar y publicar hasta el día que fue ingresado a la clínica para dejarnos por siempre. Por continuos ataques cibernéticos, en el 2020, decidió migrar este dominio a www.guidoperezarevalo.org.
Àlvaro Antonio Claro Claro
Luìs Mariano Claro Torrado
Guido Pérez Arévalo, el mentor para el inicio de mi vida profesional y la de un número importante de paisanos, el líder que sabía leer y valorar capacidades y talentos, que creía en la educación como el camino para el desarrollo personal. En los últimos años, tuvimos la grata cercanía y su acompañamiento para el desarrollo de la Fototeca de La Playa de Belén, la fotografía histórica, como evidencia y parte de la memoria colectiva, también fue una de sus pasiones, disfrutaba cada hallazgo y el análisis de sus contextos. Trabajó 24/7 por su terruño amado, escribió como pocos, invirtió tiempo y recursos como desarrollador de dos espacios Web, trabajando no solo en su contenido, sino en su diseño, administración y mantenimiento, en una época cuando muchos creen que la tecnología esta negada para los mayores de 60 años, Guido Pérez Arévalo supo adaptarse, aprender y poner a disposición del mundo la información importante de La Playa de Belén y la provincia. Solo espero, que las nuevas generaciones de Playeros no seamos indiferentes a su legado y que la promesa de la vida eterna sea para él. Que en este cambio de casa, tenga un grato rencuentro con sus ancestros, con aquellos que tanto estudio y que Juan Esteban Vega, Tiburcio Álvarez y María Claro de Sanguino, los fundadores de nuestra Playa de Belén le den la grata bienvenida.
Luz Marina Claro Claro
Uriel Arévalo Franco
Tarsicio Claro Peñaranda.
Sobre "El ascenso de Guido Pérez Arévalo a la eternidad", sería egoísta no relacionar las manos que con enjundia sentimental y pertenencia lugareña, lo describieron, así: Sus hijas Silvia, Catalina e Irma, y sus amigos y paisanos: Álvaro Claro, Mariano Claro, Luz Marina Claro, Blanca Álvarez, Alonso Velásquez, Jesús Daniel Ovallos, Luz Amparo Caicedo y Mns. Elías Atehortúa Concha, quienes en alusivas expresiones, salidas de sus entrañas de gratitud y por realzar su meritoria trayectoria, hacen de ese soñador (Guido), por su querencia, la reseña como el blasón puntal y referente del padre, amigo y ciudadano culto, animoso y de impecables buenas costumbres, exquisito y respetuoso en el trato.
Como mí anécdota con Guido, hago referencia, en uno de los diversos encuentros que en la "Casa Redonda" (Chinácota) de Mario Mejía Díaz tuvimos, y como referencia, el nombre del árbol que se yergue en el parque de La Playa de Belén, pues mi concepto profesional sobre su nombre, decía yo, era Liquidambar, toda vez que en visita al Jardín Botánico de Bogotá, un colega y amigo me lo había señalado como tal, de asombrosa y ejemplar belleza, del cual, los ancestrales habitantes de esa región extraían una resina aromática llamada "estoraque". Días después, recibí en mi correo electrónico, una muy interesante historia con alusiones y hechos costumbristas. Y por último, me uno a esos sentimientos de pesar para expresar que, Guido ha dejado una estela de rosas y sonrisas y de corazones comprimidos.
Gracias, Dr Juan, por la inclusión en IMÁGENES de tan merecida crónica Cordial saludo,
Hugo Espinosa Dávila
"...Un día yo volveré por donde vine a terminar el ciclo de mi vida y a devolverle al patio amado mi cuerpo en cenizas convertido."
Guido Antonio Pèrez Arèvalo.La Playa de Belèn - Poema- Junio 2019
El Señor Senador Josè Luìs Pèrez Oyuela y su esposa la Sra. Lineth Pacheco, amigos personales del dr. Guido Perez Arèvalo y de su familia participan de manera comprometida en el homenaje pòstumo organizado por la Administraciòn Municipal.
El alcalde de La Playa de Belèn con su esposa, Silvia Fermanda, doña Irma y Catalina ingresan a la Iglesia lugar donde reposaràn las Cenizas del dr. Guido Antonio Pèrez Arèvalo.
MIS VERSOS SON ASÌ...
GUIDO ANTONIO PÈREZ ARÈVALO
La Playa de Belén es una joven con galas coloniales. Es risueña y encantadora. Sus calles fueron restauradas con los pisos de piedra, afinados otrora por el paso recio de la arriería. La Playa de Belén convive con la civilización moderna, pero no se ha parado en el tiempo en el recurso estético de la construcción, la antigua aldea ha sido recreada con manos artísticas.
Cada Playero es un alfarero, un pintor primitivista. Un creador de su propio entorno. En sus cielos azules las golondrinas pasean sin afanes, y corren esquivas las nubes del verano eterno. La orquídea silvestre se cuelga en sus riscos y arisca aletea la mirla por el vuelo jadeante de los azulejos.
Un chorro de aguas cantarinas escondido entre efluvios de arrayanes y guayabas agrias corre sensual como una caricia hasta El Playón, la quebrada moribunda que besa las piedras, amigas de siglos, y busca entre espumas el destino del mar.
ESA MIRADA
¿Qué quieres cuando buscas miradas indiscretas y vuelves a mis ojos en cómplice actitud? Esa mirada tuya con esplendor de cielo me tiene enajenado pues pienso que es de amor.
TRAICIÒN
Al cálido amor que ayer dejaste consuelo prometí, desesperado. Y ante Dios de hinojos he rogado el olvido total de tu partida. La vida me enseñó, señora mía, que no hay amores prisioneros, que las traiciones tienen su remedio en el calor fugaz de otros encantos.
NATHALIA CATHALINA
Eres el regalo nunca agradecido al Vigía del Universo que en su misión creadora sopló en el polvo y con divino esfuerzo logró el milagro por todos conocido.
¿POETA?
Fatigado con la poesía de imprenta busqué en mi mundo los versos cultivados por otros a raudales en labranzas de la lira y el parnaso, territorio hostil de mi horfandad.
Soñaba con versos de rancio linaje que fueran rapados por los editores. Nacieron sin casta, en hojas sin precio y fueron el pasto de los insectos aposentados en mis baúles viejos.
EL VIEJO
El viejo El mundo construyó cuando todo sonreía y el horizonte verdeaba en estación de primavera El tiempo, sin embargo, como Dios, es infinito. Y la vida, don divino, como el sol, declina.
LA ISCALAGUERA
Mira, viene muy coloradita, es ella, la chica de mi tierra, ayer bajó como la flor bonita desde lo más alto de la sierra.
Viene por mimos a la fiesta que darán los galanes citadinos, con danzas y música de orquesta y sones de amores peregrinos.
Volverá a lo suyo conmovida a buscar como antes su sustento y a seguir la lucha por la vida. Ella sabe que el feliz evento, celebrado en fecha repetida tendrá como ella otro momento.
LOS POETAS
Los poetas, amos del candor, hacedores de palabras, señores del verso, andan por ahí contando sus sueños, gastando el recurso del tiempo en tiendas de amor.
Invierten en feudos de caras nostalgias y presumen de dueños del cielo y el mar. Asoman licencias de idiomas del alma y atracan en puertos de ninfas, de musas… con buques fantasmas cargados de sueños.
Deben ser del mundo etéreo si le cantan a la luna y juegan con el sol de la mañana; si tejen las redes con planetas rutilantes y disponen de Dios como testigo.
Pretenden un mundo sin desgracias sin Osamas, sin la soberbia de los yanquis sin el dolor de nuestra patria amada. Los poetas, alabado sea el Creador, celebran la sonrisa de los niños y el sí de la novia deseada, con los colores delicados de la rosa y la fuerza incontenible del amor.
Esta Casa de tapia pisada,
cubierta con tejas centenarias,
que lucen sus pátinas barrocas
con orgullo de damas colosales...
Esta Casa con zaguán de arriero,
y pesebreras entregadas al olvido,
con ecos de recuas remplazadas
por cuadrúpedos con ruedas...
Esta Casa, adornada con rosales
y bonches, con esmero cultivados,
con pisos de baldosas carcomidas
y techos de latas otoñales...
Esta Casa de sueños y nostalgias
de abolengos y recia estirpe ha sido
mas no de castas indignas de la raza
y de la sangre de Francisco y Juana.
Esta Casa con ecos de peones
y trajines de comercio primitivo
guarda los olores de cultivos olvidados
en solares que juegan con el ocio.
Esta Casa con fogón de leña
y cocina-comedor por todos añorada
sirvió de puerto alegre para arrieros
de machos negros y mulas coloradas
Esta Casa de largos corredores
tenía horno para pan casero
pilones de madera, molinos de mesa,
tiestos de barro, piezas con altares...
Y tinajas de espumosa chicha,
cubiertas con retazos blancos,
muy blancos de tules importados
que filtraban aromas celestiales.
La Playa de Belén
Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional